'El elefante gris nos lo están pintando', advierte el estudiante David Molina, de 23 años, sobre el proyecto del exgobernador José Antonio Segebre, quien prometió públicamente durante su mandato una sede alterna de la Universidad del Atlántico (UA) en Suan, sur del departamento. Fueron $ 18.000 millones los que invirtió la Gobernación en la infraestructura necesaria para que esto se convirtiera en realidad, pero, ahora, son $ 1.400 millones los que frenan la puesta en marcha de la iniciativa.
Esta cifra fue calculada por la propia Universidad del Atlántico (UA), y es necesaria para los gastos de funcionamiento del proyecto en esta moderna estructura, la cual fue inaugurada en diciembre pasado en presencia del vicepresidente Germán Vargas Lleras y de varios ministros del gobierno del presidente Juan Manuel Santos. El análisis, focalizado en el periodo 2016 – 2019, arrojó que requieren inversiones que aumenten gradualmente en cada vigencia, partiendo desde unos $ 1.400 millones y finalizando en aproximadamente $ 2.400 millones en el último año.
El exmandatario Segebre, a través de un escrito, explicó que la sede universitaria del sur no es solamente una edificación. Para él, esta infraestructura representa la 'oportunidad' para que los 2.750 jóvenes que cada año egresan como bachilleres de las 47 instituciones educativas de 17 municipios de Atlántico, Magdalena y Bolívar, accedan a programas de educación superior pertinentes con la vocación productiva de la zona.
Sin embargo, es la imposibilidad de ver esa promesa materializada después de más de cuatro meses de haber sido inaugurada la sede, la que preocupa a estudiantes como David Molina, de Suan, quien actualmente es uno de los 24 que reciben clases de la Esap en esta estructura que, de manera provisional, es utilizada por quienes están matriculados en el Centro Regional de Educación Superior (Ceres) de esa población, dado que la estructura oficial entró en un proceso de reparación.
Tal como lo informó este medio el pasado 30 de abril, en febrero estas instalaciones comenzaron a tener utilidad, aunque no con la finalidad inicial para la que fue construida. Actualmente la edificación, además de los matriculados en la Esap, recibe a unos 120 estudiantes de la Uniatlántico, y alrededor de 70 alumnos de programas del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena).
Estudiantes. Molina, quien dice que lidera la iniciativa de que este proyecto sea concretado, recordó que en diciembre la Gobernación firmó un acuerdo, del que hizo parte de la Alcaldía de Suan, y la rectora (e) de la Universidad del Atlántico, Rafaela Vos, entre otros; en el cual quedó estipulado que la Secretaría de Educación del departamento 'apropiará los recursos necesarios para el funcionamiento durante el primer año (2016) de la sede del Centro Regional de Educación Superior, Universidad del Sur'.
'La pregunta es ¿por qué no se ha hecho? Hoy la responsabilidad de este elefante blanco, como muchos lo están llamando, y que veo es que apenas lo están pintando, es un tema de falta de voluntad política. Después de cuatro meses de una inauguración con bombos, y de que hasta nos iban a poner un transporte fluvial, ni siquiera han venido a decirnos cuál es la solución a este tema', expresó David Molina, quien además es concejal de Suan por el partido de la U.
Esta construcción que tenemos acá es un beneficio para toda esta comunidad. Para poder estudiar en la ciudad tenemos que tener un gasto representativo en transporte y alojamiento, además de otros. Vengo de Calamar, toca desplazarnos, pero nos sale más barato. Esta construcción es muy importante y nos duele que el departamento nos dé la espalda, porque quienes nos beneficiamos somos nosotros y nuestros hijos. Hay muchos interesados en más carreras.
Ramiro Jerez, otro alumno de la Administración Pública de la Esap, habitante de Calamar (Bolívar), destacó que esta nueva estructura es 'un beneficio para toda la comunidad' de la zona. 'Para poder estudiar en la ciudad tenemos que tener un gasto representativo en transporte y alojamiento y alimentación. Me toca desplazarme desde Calamar, pero nos sale mucho más barato que si estuviera en Barranquilla', enfatizó.
Jesús Muñoz Cantillo es de Manatí, sur del Atlántico, y cursa tercer semestre de licenciatura en matemáticas de la UA. Expresó que –a su criterio– lo mejor es tener la posibilidad de recibir clase en zona del departamento, sin que tenga que desplazarse hasta la capital del departamento. Dice que desde que está en la moderna sede 'es mejor aún', porque 'en el Ceres pasamos muchas incomodidades'.
'Hay falta de aulas, y las que habían estaban en mal estado, y una falta de aseo. Mientras que aquí es amplio y hasta aire acondicionado hay en los salones donde estamos', aseguró, y enseguida contó que otro de los puntos a favor de estar dentro de la misma subregión es el tema económico. 'En el primer semestre tuve que ir a Barranquilla a recibir una materia. Me gastaba $30.000 en un día. Aquí no me gasto más de $5.000', puntualizó.
Y es que en el tiempo que llevan utilizando esta edificación, los estudiantes se han apegado más a la misma, que cuenta con 15 aulas, tres de las cuales cuentan con aires acondicionado; tres más de informática que también están climatizadas; cinco salones talleres, que aún no tienen dotación; dos salones audiovisuales; un comedor; espacio para biblioteca; planta eléctrica; baterías sanitarias; y un salón múltiple, entre otras zonas. De todo esto, con la cantidad de estudiantes actual, solo hacen uso de los salones con aire, de lunes a sábados.
De acuerdo con datos del exgobernador, para el primer periodo del 2016 hubo 586 aspirantes a los programas de Matemáticas, Procesamiento de alimentos, Biotransformación de residuos orgánicos, Técnica profesional en expresión gráfica arquitectónica y Técnica profesional en procesamiento y calidad nutricional de alimentos. Casi que quintuplicando los 120 cupos que actualmente pueden ofertarse en la limitada infraestructura con la que cuenta el Ceres de Suan. Para el segundo periodo de inscripciones no ofertaron dos programas y, apenas en una semana, fueron 547 aspirantes.
La polémica por este proyecto que aún no despega se avivó esta semana, tras la publicación en este medio de la columna opinión de la exministra Cecilia López Montaño. 'Nos cuesta entender cómo se invirtieron $ 18.000 millones en un elefante blanco. Y seguramente el exgobernador Segebre lo hizo para dejar una placa con su nombre', criticó López en el inicio del texto.
Puesta en marcha. Según el documento firmado por José Antonio Segebre, 'desde un principio' en la administración departamental planteó que esta obra fuese la sede Sur de la Universidad del Atlántico.
Paralelo a la parte física —afirmó Segebre— tramitaron el registro calificado de 16 programas, como compromiso de la Uniatlántico a través de las alianzas con el sector productivo y el Ministerio de Educación, 'como único requisito para la operación de la sede sur', de los cuales a 'junio del 2015 ya habían sido aprobados 11'.
El exgobernador indicó que, bajo este concepto, la Universidad obtuvo $ 4.080 millones para mejoramiento de calidad de docentes, dotación de laboratorios y talleres, adquisición de recursos bibliográficos, adecuación de espacios de investigación, entre otros.
Segebre citó el decreto 1295 de 2010, que reglamenta la ley 1188 de 2008, que dice en su artículo 3: 'La extensión de un programa académico es la ampliación de su oferta y desarrollo a un lugar distinto a aquel para el cual fue autorizado, manteniendo la denominación académica, los contenidos curriculares y la organización de las actividades académicas. La extensión de un programa académico requiere registro calificado independiente'. Dijo que esta gestión 'le da vida académica' a la infraestructura construida con recursos propios de la Gobernación en 2015.
'Ahora, bien, para trasladar estos programas del Ceres a la sede del Sur, se requiere solicitar traslado de domicilio, de acuerdo con el artículo 4 de dicho decreto, trámite que no es de mayor complejidad porque ya existen los registros calificados correspondientes', enfatizó Segebre Berardinelli.
Así va el proceso. La rectora (e) Rafaela Vos reconoció que en diciembre firmó un Acuerdo de Voluntades, para buscar estrategias que permitan el funcionamiento de esta sede alterna. Advirtió que su firma en este documento significa que cada institución que participó del mismo 'aportará de una u otra forma' para cumplir este objetivo, previo estudio. Afirmó que nunca se ha negado en apoyar la educación para la comunidad más vulnerable, porque es un 'compromiso de responsabilidad social'.
Vos Obeso mencionó que esta institución de educación superior es pública y que recibe recursos del estado, lo que ocasiona que tenga que identificar procedimientos académicos, jurídicos y presupuestales.
'Estamos en Ley 550 (de quiebras), y le debemos a la promotora (que vigila este proceso) explicaciones sobre nuestras inversiones y recursos para podernos comprometer con gastos de funcionamiento de este nuevo proyecto', explicó la rectora (e), quien enfatizó en que la UA 'no fue involucrada' en el proyecto sino hasta después de construida la edificación.
Elizabeth Díaz, jefe del Departamento de Regionalización de la UA, informó que en este momento la institución está haciendo un estudio jurídico, financiero y académico, que permita revisar 'todos los aspectos y componentes que se requieren' para poder abrir, a un mediano y largo plazo, una nueva sede de la misma.
'Se está revisando y buscando los recursos de financiación para poderlo hacer una realidad. Y la financiación tiene que hacerse con recursos del Ministerio de Educación, de la Gobernación del Atlántico y de los entes territoriales, para poder trabajar en el tema. Así nos encontramos en este momento', señaló la funcionaria.
El gobernador Eduardo Verano De la Rosa explicó que la idea del proyecto consiste en 'varias etapas que hay que ir quemando'. La primera de ellas es que esta estructura sea empleada como un Centro de Estudios Superior, en la cual concurren la Universidad del Atlántico, la Esap y el Sena. 'Eso es lo que estamos tratando de concretar, y la gobernación pondrá los gastos de funcionamiento de lo que tiene que ver con la operación de esa sede', afirmó.
Verano comentó que, en una etapa posterior, que es lo que están gestionando actualmente con el Ministerio de Educación, buscarán que funcione como una sede alterna de la UA. Como una opción de financiación, buscarán recursos para el funcionamiento a través del CREE - Impuesto de Renta para la Equidad, que gira el MEN. 'Este rubro apoya la ampliación de la cobertura, así podríamos acceder a recursos que nos permitan tener los gastos de funcionamiento de lo que sería la sede sur de la Universidad del Atlántico'.
El mandatario de los atlanticenses sostuvo que para lograr esto necesitan hacer una serie de gestiones ante el Gobierno, desde la misma Uniatlántico.
Aseguró que en la última reunión del Consejo Superior de la universidad, a finales de abril, 'se avanzó muchísimo' en este tema y se definió que se comenzarían con esas gestiones ante el Ministerio de Educación.
Mientras Gobernación y Universidad del Atlántico esperan luz verde de parte del Gobierno nacional para garantizar los recursos que permitan el funcionamiento de este centro universitario, muchos jóvenes bachilleres de esta subregión insisten en que les cumplan con la promesa de tener mayores opciones para acceder a la educación superior, aún con la esperanza de que el fantasma de un 'elefante blanco' se aleje de la millonaria obra.
Sin respuestas
Pese a la insistencia de este medio por conseguir una respuesta del Ministerio de Educación Nacional (MEN) sobre este proyecto, del cual consideran clave su participación en el Atlántico, no hubo respuesta alguna a varios cuestionamientos enviados. El equipo de comunicaciones del MEN informó que este es un tema 'complejo' que solo es manejado por un funcionario que, desde el sábado pasado, estaba fuera del país. Al consultar a la ministra Gina Parody vía Whatsapp tampoco respondió.
El bus universitario, listo y ‘parqueado’ en Cartagena
Como complemento al proyecto de descentralización de la Universidad del Atlántico, la Gobernación contrató la construcción de un transporte universitario fluvial, sin precedentes, para movilizar estudiantes de municipios aledaños a Suan, a través del río Magdalena. El bote, con una inversión de $500 millones por parte de la Gobernación del Atlántico, fue mandado a fabricar en Cartagena, donde, según unas imágenes conseguidas por este medio, está terminado y aguarda. El secretario de Educación del Atlántico, Dagoberto Barraza, explicó que la embarcación sigue en la capital del Bolívar porque solo con el inicio de regionalización de la educación, una vez se requiera 'porque hay estudiantes del otro lado del río' será traída. El vehículo acuático que tiene capacidad para transportar a 24 personas sentadas y que cuenta con dos motores fuera de borda de 150 caballos de fuerza (HP). 'La universidad está concebida para dar todas las soluciones. Y entiendo que la administración departamental anterior lo tuvo la voluntad que con el tema de regionalización se facilitara el tema del transporte de los jóvenes que tienen que atravesar el río. En el momento que se requiera será traída', dijo Barraza. La lancha, que alcanza velocidades de 16,67 kilómetros por hora, (Kph) fue construida por la empresa cartagenera, Cotecmar, en la sede de Bocagrande.
Recursos, clave para consejeros
Seis de los nueve miembros del Consejo Superior, con excepción de los delegados de Presidencia, MEN y el gobernador, opinaron sobre el proyecto de la sede sur de la UA.
Leyton Barrios - representante de egresados: 'Al interior del Consejo no existe suficiente claridad sobre el proyecto. No se ha permitido la posibilidad de dar un debate intenso, únicamente con este tema. Este centro de estudios es importante. Es una gran oportunidad para que la UA empiece a expandir su rango de acción'.
César Lorduy - representante de los gremios: 'La regionalización de la educación superior pública en Atlántico es algo a lo que hay que apuntarle. En el caso de que esa responsabilidad la asuma la UA, esto implica que esté acompañada de los recursos necesarios. Se deben cumplir condiciones, no solo de infraestructura física sino del financiamiento de los programas que allí se puedan desarrollar'.
Jonathan Camargo- representante de los estudiantes: 'Le insistí al anterior gobernador (Segebre) que esa sede no podía ser recibida por la universidad porque no contamos con los recursos para mantenerla administrativamente. Lo más sano es que pase a manos de la institución y que la Gobernación se encargue de los recursos para mantenerla. Este proyecto es muy importante para los jóvenes de esa zona'.
Antonio Vallejo - representante de exrectores: 'El problema nace desde sus orígenes. Se invirtió en una infraestructura, pero no conozco un estudio de factibilidad real, y si se hizo nunca lo han mostrado, que sustente que hay una población estudiantil suficiente para atender en esas instalaciones grandísimas'.
Wilson Annicchiarico- de las directivas académicas: 'Siempre he estado de acuerdo con que la UA se expanda a los municipios. Pero lo que hemos estado considerando es el tema de la sostenibilidad. Es vocación de todos en el tema, pero nos preocupa el tema económico, tiene que ser sostenible'.
Roberto Figueroa - de los docentes: 'Quieren darle la sede a la Uniatlántico, el problema es el tema administrativo y operacional que requiere el funcionamiento del mismo. La UA ahora mismo no está en condiciones de hacerse cargo de ese elefante blanco. Si quieren que eso pase, que le den el edificio a la universidad, que pase a su cargo'.