Compartir:

El llanto airado y a todo pulmón de Juan Esteban en la sala de parto fue como un grito de victoria. La criatura que había tenido a sus padres soñando durante los últimos meses para conocerla, había 'nacido sana', como celebró su doctor. Esa madrugada de mayo de 2015 en la que Juan Esteban abrió por primera vez sus pulmones a este mundo, se unió a una larga lista de bebés que nacieron en el departamento. (Ver infografía)

Solo en ese mes, se calcula que hubo cerca de 3.000 nacimientos en el Atlántico, mientras en que todo 2015 la cifra ascendió a 39.845, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane).

Juliana, su madre de 26 años, también entró en otra extensa lista del Estado: hizo parte de las 39.434 mujeres que parieron el año pasado, con embarazos de uno o más hijos. Pero a Juliana se le sumó una felicidad nueva e 'indescriptible': ese mayo que tuvo a Juan Esteban, disfrutó por primera vez el placer de tener un hijo. La misma experiencia de ella la vivieron otras 20.754 mujeres que desde 2015 celebran el Día de las Madres por primera vez.

Sin embargo, más allá de la fiesta que las mamás celebran este domingo, ¿cuál es la realidad a la que se enfrentan las mujeres durante el resto del año? ¿Bajo qué condiciones tienen a sus bebés, qué pueden brindarles y cómo las apoya el Estado?

El panorama de las familias y la mujer en Colombia es diverso y depende de la ciudad y el estrato en el cual se analice. Sin embargo, en términos generales, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) señala que del rango de mujeres entre 14 y 49 años, 25,3% estudió la secundaria completa; 24,4% tiene estudios superiores; 11,9% realizó la primaria completa y solo 1,7% no ha estudiado. 

'Ya no se habla de una madre parecida a la de los años 50, cuando se quedaba en la casa esperando a que el esposo liderara la provisión del hogar. La mujer de hoy estudia, se hace profesional, trabaja y también es responsable del sustento de la familia', asegura Claret Jiménez, psicóloga y psicoterapeuta especializada en la familia.

Adicional a estos aspectos, Jiménez asegura que la mujer está doblemente comprometida con la familia, 'porque pese al agotamiento de un día de trabajo, llega a la casa a brindar afecto a su esposo y sus hijos e, incluso, ser conciliadora de algunos conflictos del día a día. Esto muestra que la maternidad es todo un rol'.

Es por ello que a lo largo de los años, organizaciones y grupos de mujeres han emprendido campañas para mejorar sus condiciones, no solo en temas laborales, sino en asistencia del Estado. Varias de esas batallas se han ganado.

Una de ellas es la licencia de maternidad, que se ha ampliado en varias ocasiones. De acuerdo con la Ley, la madre tiene derecho a 16 semanas de licencia remunerada y, en caso de desearlo, puede solicitar este permiso dos semanas antes del parto programado.

A esto se suma que la madre tiene derecho a una hora de lactancia, 'que puede ser en la mañana o en la tarde, ya sea que entre una hora después o salga antes', señala Sandra Arias, psicóloga y magíster en desarrollo organizacional.

Durante este periodo de embarazo y lactancia, es importante tener en cuenta que la Ley también otorga un fuero especial a la madre, para asegurarla laboralmente, indistintamente del tipo de contrato o empresa a la que esté vinculada. Según la Corte Constitucional, esto busca 'impedir la discriminación constituida por el despido, la terminación o la no renovación del contrato por causa o con ocasión del embarazo o la lactancia'.

La idea de varias iniciativas en el Senado de la República es poder profundizar en estos beneficios: de un lado, la representante del Centro Democrático, Tatiana Cabello, junto al senador Iván Duque, radicaron un proyecto de Ley para que la licencia pase de 16 semanas a 24, de tal forma que se proteja con mayor eficiencia el derecho a la lactancia del primer infante. La propuesta tendrá que surtir debate para su aprobación.

De otro lado, explica Arias, está en curso una iniciativa que también buscar darle un fuero especial al padre, 'para que no lo despidan en casos en los que se demuestre que su pareja está embarazada y él es el único sustento económico del hogar'.

Subsidio familiar. Otro de los programas estatales que da apoyo a las madres es el subsidio a la vivienda familiar. Aunque no se creó solo para este grupo, 'sí se le da una preferencia a las madres cabeza de familia cuando aplican al beneficio', señala Arias.

Además, está el programa de Más Familias en Acción liderado por el Departamento para la Prosperidad Social (DPS), que da un apoyo a los hogares con hijos menores de 18 años para que tengan una alimentación saludable, controles de crecimiento y desarrollo a tiempo, y permanezcan en el sistema escolar.

A este programa pueden acceder las familias desplazadas o incluidas en registros de víctimas; aquellas que pertenezcan a la Red Unidos, comunidades indígenas o el Sisben.

CDI, para hijos y padres. En lo referente al cuidado de los hijos, que es una de las principales preocupaciones de los padres, el Estado también opera programas para apoyar a los padres. Entre estos destacan los Centros de Desarrollo Infantil (CDI), una modalidad educativa para la formación de niños de cero a cinco años de edad.

La iniciativa del DPS y el Ministerio de Educación busca facilitar un espacio para la formación de la primera infancia y respaldar a los padres que estén estudiando o trabajando, y que no puedan estar con sus hijos.

En Barranquilla son cerca de 70 los puntos para la atención de las familias.

'No ha sido solo el Gobierno. Con la tendencia de los 'salarios emocionales', en el que se le paga al trabajador por el resultado y no por el tiempo que pase en el escritorio, cada vez son más las empresas que dan facilidades en los horarios para que las madres puedan pasar tiempo con sus hijos', agrega Arias.

Esta profesional con más de 10 años ejerciendo su profesión cuenta desde la experiencia lo difícil que fue para ella en otros años ser madre y trabajadora al mismo tiempo. 'Yo trabajaba en una compra-venta muy reconocida de Barranquilla que funcionaba 24 horas, así que mi disponibilidad debía ser casi todo el día. En ese tiempo tuve mi hijo que requería mucho de mí, y eso trajo problemas con mi entonces jefe. Fue por eso que tuve que decidir entre mi hijo y mi trabajo', relata.

Pese a ese tiempo difícil, Arias reconoce que hoy es mucho más fácil para ella y su hijo Ivanhoe, quien ya tiene 11 años (ver foto página 5A). 'En la empresa en la que estoy actualmente, que tiene mucha relación con el mercado norteamericano, puedo salir más temprano dos días a la semana y pasar más tiempo con mi hijo', cuenta Arias.

Un problema nacional. Cuando el embarazo no planificado se da a muy temprana edad, el panorama para la mujer se complica en diferentes aspectos.

De acuerdo con el Dane, en el Atlántico, 8.056 mujeres entre 10 años y 19 años parieron durante 2.015. Solo en Barranquilla se registraron 173 casos de niñas entre los 10 y 14 años que tuvieron un bebé el año anterior.  

A eso se suma que, según la ENDS, de las madres encuestadas entre 15 y 24 años, 7,5% señaló que dejó el estudio por haber quedado embarazada.

Sandra Vásquez, secretaria de la Mujer de la Gobernación del Atlántico, explicó que según datos de la rendición pública de cuentas de niños, niñas y adolescentes de 2015, los embarazos en adolescentes entre los 12 y 17 años han aumentado de manera significativa.

'En 2011 el número total fue de 1.563, el siguiente año la cifra llegó a 1.855, para 2013 disminuyó a 1.810 embarazos y para 2014 aumentó a 1.838 casos. De esta manera, la Secretaría de las Mujeres y la Equidad de Género (Semeg) como ente encargado de garantizar los derechos de todas las mujeres en sus distintos ciclos etarios, le apuesta también a la reducción de embarazos en adolescentes con ejercicios inclusivos con enfoque de género. En razón a lo anterior, se ejecutara el proyecto integral denominado Jóvenes Capaces', señaló Vásquez.

Los retos. Aunque se han dado pasos en beneficio de las madres y la Constitución Política de Colombia, en su artículo 43 señala que la mujer 'durante el embarazo y después del parto gozará de especial asistencia y protección del Estado, y recibirá de este subsidio alimentario si entonces estuviere desempleada o desamparada', la realidad laboral dista de la normatividad.

Muestra de ello es que muchas empresas no están dispuestas a tolerar las incapacidades de las gestantes o prolongar sus contratos una vez que la licencia termina. 'Lastimosamente, uno aún escucha a algunos jefes decir que una vez que se acabe el periodo de licencia, botan a la trabajadora', agrega Arias. 

Agrega que también ha estado en procesos de selección en los que las empresas optan por 'no contratar a mujeres en edad fértil'.

Este inconveniente se suma a que muchas compañías en Colombia son estrictas en el manejo del tiempo y piden a sus empleadas ir a la oficina largas jornadas. Esto implica un debate entre el tiempo que la madre dedica al hijo y el que se destina al trabajo.

Es por esto que muchas mujeres optan por no tener hijos cuando aún no cuentan con una larga experiencia laboral. 'Deciden retrasar el embarazo porque creen que es mejor tener una edad más madura. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que esa edad ideal es a los 35 años', explica Claret Jiménez.

Stybaliz Castellanos, ex-secretaria de la mujer, agrega que 'el cuidado de los hijos, de un adulto mayor en la casa y las labores mismas del hogar, han sido excusas vitales para renunciar al desarrollo profesional y productivo', expresa

De acuerdo con cifras de la firma cazatalentos Michael Page, en un mercado colombiano en donde 45% de los candidatos que participan en procesos de selección por semana son mujeres, y del total de profesionales ubicados al mes 35% corresponde a esta población, las multinacionales son las que se toman más tiempo en diseñar programas de bienestar para las madres, en especial en cargos directivos, para que puedan mantener un buen balance entre su rol como madres y ejecutivas.

Brindar beneficios a las madres trabajadoras hace parte de las estrategias de retención de talento y desarrollo de carrera en grandes organizaciones del mundo.  

'El sano desarrollo de la familia tiene un impacto positivo dentro de la sociedad así que los gobiernos en el mundo están enfocados en facilitar que los padres puedan estar presentes', afirmó Eliana López, gerente de Finanzas de Michael Page.

Entre las estrategias para facilitar la labor productiva de las madres están el teletrabajo, la flexibilidad de horario, auxilios financieros, el cuidado de los niños, entre otros, destaca la compañía.

Apoyo empresarial. En compañías como Google, que según datos de Great Place to Work es la mejor plaza para trabajar en el mundo, el apoyo a las madres que laboran es una filosofía organizacional.

Basada en una política de cumplimiento de objetivos, Google se caracteriza por contar con unos horarios flexibles que le permite a las madres no desligarse de su rol en el hogar.

'Para Google es importante el ambiente laboral que sea confortable para las mujeres que somos mamás. Si se da el caso que tenga que cumplir una reunión en el colegio de mi hija, puedo asistir perfectamente siempre y cuando cumpla con mis funciones posteriormente', explica Susana Pabón, gerente de comunicaciones para Google en Colombia.

Para el caso de las madres en estado de lactancia, las instalaciones de la firma cuentan con un cuarto especialmente para que las mamás puedan extraer su leche y cuidar a su hijo. 'Que una compañía destine recursos para atender a madres en condiciones especiales te dice mucho de su labor social. En el cuarto de lactancia, la madre puede incluso llevar a su hijo y amamantarlo', agrega Pabón.

Empresas de este tipo le permiten a la madre desempeñar los dos roles y cumple con la normativa de protección a la mujer.