Luego de 23 meses de espera, la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público entregó el pasado viernes 22 módulos de ventas a igual número de comerciantes informales, como complemento del proyecto de construcción de la plaza de San Roque, puesta en servicio desde noviembre de 2015.
Los vendedores, que en su momento fueron afectados con la demolición de inmuebles en mayo de 2014, y reubicados provisionalmente en los alrededores de la plaza, hicieron parte de un proceso de selección que tuvo en cuenta el tipo de artículos comercializados.
Son 12 mujeres y 10 hombres, con edades entre los 30 y 80 años, algunos de ellos procedentes de otras regiones del país desde hace más de 20 años por causa del conflicto armado. La mayoría se dedica a la venta de productos como jugos naturales, refrescos, golosinas, gafas y artesanías.
María Esther Bohórquez Castañeda, de 72 años, vende agua, galletas, cigarrillos, tinto y jugos. Dijo a EL HERALDO, con su voz ronca por el asma, que desde los 42 años trabaja en los alrededores de la plaza y que su nuevo módulo es 'una bendición de Dios'.
'Un día nos dijeron que teníamos que movernos, que no nos alejáramos mucho, que nos iban a reubicar. De ahora en adelante llegaré más temprano a trabajar. Todos estamos felices', puntualizó.
La comerciante Omaira del Carmen Pérez explicó que fueron escogidos por sorteo, a través de balotas.
Vendedores como Justiniano Manjarrez y su esposa Elonais Cárdenas, quienes llevan cada uno entre 20 y 21 años vendiendo jugos de naranjas en la zona, podrán disfrutar las nuevas condiciones que ahora tienen sus sitios de trabajo.
Gracias a un acuerdo con una empresa embotelladora de refrescos, el Distrito les otorgó pequeños enfriadores a los comerciantes, con los cuales podrán mejorar sus ventas al poder ofrecer bebidas y productos fríos.
Según la Secretaría de Control Urbano, en la plaza de San Roque se intervinieron 5.800 metros cuadrados, con una inversión en obras civiles por $4.560 millones, incluyendo labores de interventoría, más $2 mil millones adicionales que se destinaron a trabajos de mantenimiento y embellecimiento del templo.
Punto de información. Solo uno de los módulos ha estado en funcionamiento desde que se dio al servicio la plaza de San Roque. Se trata del punto de información turística instalado por la Policía Metropolitana, en el que hay presencia permanente de uniformados para orientar a los visitantes sobre las atracciones turísticas de la ciudad y los eventos culturales programados, al tiempo que ejercen vigilan