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BOGOTÁ. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, le dijo a EL HERALDO que actualmente tiene vigentes 166 casos de abuso sexual a menores de edad en el departamento de La Guajira.

A propósito de la espeluznante cifra de 38 casos de violaciones a niñas wayuu en la península, por la que se judicializó durante el fin de semana a seis sujetos y están en ejecución seis órdenes de captura más, este diario consultó a la entidad.

En la actualidad, el Icbf lleva 104.025 procesos de protección, de los cuales 16.611 son casos de abuso sexual. De estos 16.611, 166 están en La Guajira, 1.209 en Magdalena, 799 en Bolívar, 780 en Atlántico, 755 en Cesar, 711 en Córdoba y 418 en Sucre.

'La de Magdalena es una de las cifras más altas del país, sólo superada por Bogotá y Valle del Cauca', indicó la entidad.

Estos casos ingresaron al instituto en los últimos cinco años, y de estos, 8.796 entraron entre febrero de 2015 y febrero de 2016.

Este diario accedió el domingo en exclusiva a la imputación de cargos contra los seis detenidos en la península: Yeison Acosta Valdés, imputado del delito de acto sexual abusivo; Rafael Epiayú, investigado por acto sexual y acceso carnal abusivo con menor de 14 años; Luciano Guevara, por acceso carnal violento agravado y acto sexual abusivo; Mario Euderive Barros; Cristian Kale, por acto sexual abusivo y acceso carnal abusivo agravado con menor de 14 años; Luis Deluque Baquero, quien afronta cargos por acceso carnal abusivo y quien al parecer venía conviviendo desde hacía tres años con una menor que ahora tiene 14 años.

Capturados aún no van a centro carcelario

Pese a la gravedad de los delitos imputados a los seis capturados, un juez de control de garantías los envió a la cárcel, estos no han podido ser recluidos en el centro carcelario de Riohacha, debido al hacinamiento en que se encuentra que llega al 460%, ya que tiene 563 internos y solo tiene capacidad para cien.

El comando de la Policía en La Guajira informó que en sus calabozos se encuentran cuatro de los capturados a la espera de un cupo en el centro penitenciario, mientras que la Fiscalía indicó que allá están otros dos en la misma situación.

Piden respetar sistema normativo wayuu

Guillermo Ojeda Jarariyu, miembro coordinador del proceso organizativo de la Junta Mayor de Palabreros, asegura que la justicia ordinaria necesita reconocer que el pueblo wayuu conserva su propio sistema normativo, a través del cual se resuelven los casos de delitos que son tipificados en la justicia ordinaria, que van desde una simple calumnia hasta un homicidio grave.

'En la concepción sociocultural wayuu no existe la noción del castigo, perdón y olvido, para resolver las infracciones de los individuos, puesto que el error humano se asume responsablemente en la forma colectiva del clan familiar, donde se afianza el valor simbólico de la compensación para garantizar la convivencia pacífica entre las familias claniles', explica.

Dice que lo que se necesita es que la justicia ordinaria y las entidades administrativas en La Guajira miren de manera seria y respetuosa la problemática de la población wayuu en general. 'Se hace necesario reconocer el quebrantamiento de la vida social y cultural entre los clanes familiares situación que es agravada por los malos liderazgos de los propios miembros wayuu y la implementación de políticas públicas sin la aplicación del enfoque diferencial', manifestó.

Después de manifestar su rechazo a los actos de que son acusados los seis capturados quienes presuntamente abusaron sexualmente de niñas wayuu, el alcalde de Riohacha Fabio Velásquez, aseguró que su administración lleva a cabo una caracterización ranchería por ranchería para, no solamente llevar la ayuda que necesitan, sino fomentar el respeto por sus tradiciones y evitar hechos de esta naturaleza.

El palabrero de la Alta Guajira Odilón Montiel Uriana asegura que en la cultura wayuu la violación o Ataüjáwa no es permitida y que esta no es una práctica ni estimulada, ni permitida.

'Estos casos son casi inexistentes y se ven más que todo en las comunidades cercanas a las ciudades, porque en las rancherías alejadas son más sanas las comunidades', asegura.

Montiel practicó el derecho consuetudinario wayuu por 30 años y dice que nunca se presentó un caso de esta naturaleza.

Cómo se tratan los casos

Cuando se presenta un caso de violación en la cultura wayuu y se aplica el sistema normativo, se acude al valor simbólico de la compensación que puede ser con collares, animales como chivos, vacas, caballos y a veces dinero, según explica Guillermo Ojeda Jarariyu.

Dice que este no es el valor del daño o de la vida de una persona, sino un valor simbólico de la convivencia pacífica, con el fin de mantener la cordialidad en la comunidad.

Así mismo dijo que toda la familia debe ayudar a pagar la compensación, porque es la responsable de no darle una buena formación al agresor.

El proceso de arreglo que debe ser asumido por un palabrero, puede durar días e incluso semana, pero el pago de la compensación puede demorar varios años, dependiente de lo que haya solicitado la familia de la víctima.

Entretanto la víctima de violación, ya sea un menor o adulto, entra en un encierro espiritual para recuperarse psicológicamente del hecho. 'Este encierro está a cargo de la madre, la abuela, las tías y las mujeres de la comunidad y tiene una duración de dos o tres días', explica Ojeda.