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En uno de los puntos de venta de la Gran Central de Abastos del Caribe, Granabastos, tres compradoras preguntan por el precio de la habichuela y esperan atentas para tomar su decisión. Ante la respuesta del vendedor, que indica que el precio subió, el trío de amas de casa elige entre llevar una menor cantidad o desistir por completo de incluir el producto en sus compras.

El aumento en los precios de los alimentos que se intensifica desde comienzos de año ha llevado a que los consumidores busquen alternativas para lograr que el dinero les alcance.

Yeline Arrieta es una madre de 32 años que tiene un presupuesto quincenal de $50 mil para gastar en frutas y verduras. Cada dos semanas se desplaza hasta Granabastos para hacer las compras de su casa en Villa Paraíso, en donde vive con dos hijos y su esposo. 'Siempre voy buscando lo más económico', dice mientras pesa con la mano las cebollas rojas de una de las canastas de la bodega ‘Verduras Peinado’.

Según Arrieta, se gasta lo mismo que en diciembre, pero ahora lleva cantidades menores. 'A mí me gusta comprar habichuela y ahuyama para la nutrición de mis hijos, pero como han subido de precio ahora compro menos'.

Cuenta además que cuando puede reemplaza unos productos por otros, con lo que altera involuntariamente los ingredientes de sus recetas. 'Como el ñame subió, ahora compro guineo verde (…) y al sancocho le echo papa en vez de ñame', ejemplifica.

En este sentido, EL HERALDO comparó los precios de los ingredientes necesarios para cocinar un sancocho familiar con el objetivo de 'medir' la variación del costo de elaboración de uno de los platos típicos más comunes en las cocinas costeñas. Esto, sin considerar la posibilidad de poder sustituir elementos ni alterar cantidades, dos de las alternativas a las que acuden actualmente los cocineros.

Tomando como referencia los valores del índice mensual del Sistema de información de precios y abastecimiento del Sector Agropecuario (SIPSA) del Dane —que reporta la cotización promedio en los mercados mayoristas de Barranquillita y Granabastos— el precio de un sancocho para servir a entre seis y ocho personas hecho con costilla de res, pechuga de pollo, zanahoria, plátano verde, mazorca, cebolla cabezona, yuca, papa y ahuyama (ver medidas abajo) pasó de $9.968 en diciembre a $11.768 en enero.

Es decir, el costo de las medidas de los ingredientes necesarios para preparar una olla de esta sopa aumentó 18%.

Índice sancocho

Guía: Arrastra el 'mouse' por los ingredientes del sancoho para ver su precio y variación.

Medidas de un sancocho para 6-8 personas

Costilla de res 1 lb

Pechuga de pollo 1 lb

Zanahoria mediana 1/2 lb

Plátano verde 1/2 lb

Mazorca 1 lb

Cebolla cabezona 1/2 lb

Yuca 1 lb

Papa Sabanera 1 lb

Ahuyama 1/2 lb

*No se incluyó el ñame al no estar incluido en el boletín de precios del Sipsa.

En el interior de uno de los graneros de Granabastos y frente a los carteles con las tres variedades de precio de arroz a granel que ofrece el Autoservicio ‘El Placer’, Mónica Jiménez dice que siente el encarecimiento de sus insumos. 'Antes compraba seis libras de papa, pero ahora estoy llevando tres'.

Jiménez, quien trabaja como vendedora en un centro comercial, saca cuentas y concluye que ahora trae $150 mil cada quince días para comprar frutas, verduras, arroz, aceite y otros productos de supermercado (sin incluir carnes ni lácteos), mientras que hace cuatro meses cubría con $70 mil el costo de la compra.

'Uno tiene un presupuesto más o menos definido y tiene que tratar de ajustarse a eso', dice. Y agrega rápidamente: 'pero el arroz ha subido impresionantemente de precio; está a $1.650 la libra. La quincena pasada estaba más bajito'.

Según el SIPSA, durante la última semana los alimentos que más subieron de precio en Barranquilla fueron la lechuga, el apio, la zanahoria, la remolacha, y la papa, tanto la común como la criolla, al igual que la naranja, el limón y la maracuyá. Al mismo tiempo, el abastecimiento de procesados registró una disminución de 34,14% en comparación con la semana anterior.

Frente al alza de los precios y la disminución en el abastecimiento, los comerciantes afirman que no resultan directamente afectados. Juan Carlos Pérez, propietario de la despensa ‘Mazorcas Toño’, atiende con calma los escasos compradores que se mueven después de las 8 de la mañana por la central de abastos.

Para Pérez, el pasado lunes hubo 'buena venta' ya que por el aumento de precios está vendiendo un poco más. 'Cuando el producto está caro hay menos gente ofreciéndolo y quienes sí lo venden, venden más', explica.

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Sostiene, en cambio, que el consumidor es quien siente el impacto del aumento de los precios. 'Generalmente el alza de precios no perjudica tanto nuestra ganancia como vendedores porque siempre mantenemos un margen, pero el que se ve más afectado es el consumidor final que tiene que pagar un precio más alto', dice el comerciante.

Roberto Igirio, vendedor del Autoservicio ‘El Placer’ concuerda ya que el lunes sus ventas también fueron buenas. Algunas canastas vacías dentro de su bodega validan su afirmación. De pie junto a la entrada, Igirio aclara que en su caso, tiene menos oferta de los alimentos que registran alzas. 'La cebolla roja y la papa han estado caras todo el año y he pedido menos esos productos (...) La sequía ha hecho que escaseen los productos y aumente el precio', dice.

En este sentido, Juan Camilo Jaimes, gerente comercial de Granabastos, afirma que por causa del Fenómeno del Niño la escasez de alimentos va a ir aumentando con el tiempo, y con esto, su precio: 'las cosechas, que de por sí no son suficientes para suplir la demanda de los colombianos, van a ir siendo cada vez más pobres'.

Para Jaimes, 'la insuficiencia de la producción del sector agrícola se cubre con productos importados —como la lenteja, el ajo y el arroz— que a su vez han subido por el alza del dólar. Es en estos momentos que se nota la vulnerabilidad del agro colombiano'.

Ante este planeamiento, Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), afirma estar de acuerdo y dice que 'somos especialmente vulnerables por no saber cómo usar el agua y guardarla para cuando no tenemos'.

Según Mejía, 'para comprender la situación actual es necesario tener en cuenta que, de acuerdo con cifras preliminares, en 2015 se importó el 29% de los alimentos que comemos diariamente, y esas transacciones actualmente se hacen con un dólar a $3.400. A esto se suma el Fenómeno del Niño que baja la productividad, al igual que las heladas del altiplano cundiboyacense que, a su vez, no se pudieron controlar por la falta de agua'.

Los alimentos, con inflación sostenida

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 0,96% en Barranquilla durante enero, mientras que a nivel nacional fue de 1,29%. Si bien ambas mediciones son mayores a las registradas en enero de 2014, la variación promedio de los bienes y servicios consumidos por los hogares de la ciudad durante el mes pasado se ubicó por debajo del promedio nacional.

A pesar de esto, el acumulado de los últimos 12 meses en la ciudad continúa siendo superior en la ciudad: 8,15% frente al 7,45% del país.

A su vez, los alimentos continúan siendo el grupo de mayor variación con 2,82%, y dentro de este, los tubérculos y plátanos (19,34%). Este aumento en el precio registrado de los alimentos es mantenido ya que en los últimos 12 meses este grupo mantiene el primer puesto en el indicador nacional con la mayor variación, 12,26%.