Recorrer la Casa Kowalski es viajar en el tiempo del art déco. Esta edificación situada en la carrera 54 No. 75-01, es una de las obras del maestro Manuel Carrerá. Expertos en arquitectura y urbanismo hablaron de los detalles de la edificación y del legado que dejó el cubano en las generaciones posteriores.
El legado Carrerá. Los expertos coinciden en afirmar que más allá de encasillarlo en el debate del estilo arquitectónico ‘art déco’ es cuantificar su legado sobre el paisaje urbano Caribe.
Sobre este aspecto, el arquitecto Umberto Severini, docente en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad del Norte, sostiene que el legado del cubano aportó indiscutiblemente a la formación de los profesionales en el ramo y a su vez, a la idiosincrasia del ser Caribe. Es decir, el hecho de vivir en una zona con particularidades compartidas a su lugar de origen también amplió su campo de visión y esto repercutió en las ideas de los incipientes arquitectos.
'Nosotros siendo caribeños estamos en contacto con el mar y el movimiento de las brisas, eso es algo que nos diferencia de los arquitectos del interior. Nuestra vista siempre es al mar, al infinito, al horizonte; característica que va trascendiendo de generación en generación y lógicamente en los genes', señaló Severini.
Mauricio Cabas García, arquitecto y especialista en diseño arquitectónico, agrega que la gran virtud de Carrerá fue la adaptación de sus conceptos arquitectónicos al clima de Barranquilla. El especialista sostiene que una particularidad fue el manejo del viento y que es notable en edificios como El García donde una correcta orientación de las ventanas genera una ventilación cruzada. A su vez, el juego de los balcones permite sombras precisas. 'El art déco era más un estilo decorativo en las fachadas e interiores pero la adaptación de los espacios era marca Carrerá'.
Expertos afirman que la composición entre el volumen curvo de las ventanas y las puertas es otra característica del art déco que buscaba juegos composicionales.
La casa Kowalski
Las características claves del sello del maestro en esta casa, según el arquitecto Walberto Badillo Jiménez, se desprenden en tres aspectos: el juego de volúmenes exteriores contrastado con la simplicidad o racionalidad del espacio interior; la sensibilidad por el detalle, que es una característica que se ha ido perdiendo en la arquitectura contemporánea; y por último, el uso de formas geométricas puras y la curva como recurso de distinción para remarcar los espacios principales de una edificación.
Y es que las curvas son firma indeleble de la obra de Carrerá. Para Umberto Severini estas simulan la silueta de una mujer, las olas y hasta las montañas. 'Él manejaba ese estilo que es muy del Caribe y en muchas de las casas que diseñó lo reflejaba en la fachada y en los muros interiores, lo que le dan una plasticidad mucho más amplia'.
Según urbanistas, los pisos de esta construcción no necesariamente hacen parte del arte decorativo sino más bien de la moda de la época. Por ello, muchos son fruto de adaptaciones criollas de los diseños que venían de Europa, en especial de Italia. En la ciudad se logró avanzar en estas técnicas de mosaicos, incluso liderado por personas que diseñaron máquinas para la elaboración casi artesanal. Los expertos comentan que Carrerá no tuvo gran influencia en este aspecto más allá que en su escogencia. Para algunos visitantes a la Casa Kowalski, los pisos visibles en la entrada principal evocan hoy día los primeros recuerdos de la casa de los abuelos. Bellos mosaicos y colores vivos cerca de los jardines hacen parte del legado Carrerá.
Pese a las intervenciones actuales de la casa, por ejemplo, las puertas en vidrio y la adecuación de paredes en draibol, especialistas en urbanismo y desarrollo territorial agregan que la huella del volumen y la especialidad de la obra siguen intactas.
'Si no hay una reconstrucción exacta de esos detalles a través de una investigación documental no vale la pena eternizar su decadencia y degradación con un debate. Es sabido que el mismo consumismo hace que los procesos de producción caduquen y sea extremadamente insostenible su mantenimiento. Después de que se conserven sus valores de contexto es suficiente', puntualizó Walberto Badillo Jiménez, egresado de la Universidad del Atlántico.
El maestro en arquitectura José María Fernández señala que las intervenciones actuales de la casa son removibles y en realidad no afectan la arquitectura de la obra.
Sobre el estilo de los pisos, arquitectos coinciden en que era una moda de la época y tenía características definidas con un diseño especial en las baldosas.
UMBERTO SEVERINI - Arquitecto diseñador y docente de la Uninorte
Es el padre de la arquitectura art déco en Barranquilla. En mi opinión, su estilo trasciende mucho más allá de ese estilo, y de verdad es todo un hito arquitectónico en todos los arquitectos nuevos que se vieron influenciados por su estilismo y esa arquitectura naval.
WAlBERTO BADILLO - Arquitecto de la Universidad del Atlántico con máster en diseño urbano
Utilizar espacios con paredes curvas fue una particularidad de Carrerá. Ahí fue muy influyente el cubano porque pudo adaptar una corriente de pensamiento artístico y arquitectónico consolidada en Norteamérica a la esencia e imaginario Caribe.