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Desde este lunes fue cerrado de manera 'temporal' el centro de rehabilitación para adolescentes con adicción a las drogas, IPS Villa 76 sede 2, ubicado en el barrio Nueva Granada, de donde cinco pacientes se fugaron la noche del domingo.

La Secretaría Distrital de Salud dio a conocer la medida. Una de las causas es la falta de 'la aplicación del plan de fugas y programa de seguridad del paciente' por parte del establecimiento.

'Ante incumplimientos de las condiciones mínimas de habilitación, relacionadas con falta del recurso humano, infraestructura, dotación y estándar de medicamentos y dispositivos médicos', precisa un comunicado.

Los hallazgos resultaron de la visita que funcionarios de la Alcaldía hicieron al centro, localizado en la calle 65 número 32-60, ante las continuas quejas que presentaron residentes del sector 'sobre alteraciones del orden público en el inmueble, así como traslado inadecuado y mal asistido de paciente menor de edad a otra IPS'.

En especial, después de los disturbios registrados la noche del domingo último, debido a un problema de salud que presentó uno de los pacientes.

La llegada de una ambulancia para atenderlo fue la oportunidad que varios aprovecharon para escaparse, como denunciaron vecinos y quedó registrado en videos que varios grabaron del hecho.

De acuerdo con la Secretaría de Salud Distrital, Villas 76 sede 2 cuenta con 48 horas para trasladar a sus pacientes a otras IPS, y 'reportar todos los procesos de referencia llevados a cabo' tanto al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias del Distrito (Crue), como a las aseguradoras.

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Sin permiso

Habitantes de la zona entregaron a periodistas de este diario copias de una querella instaurada en junio del año pasado ante la Secretaría de Planeación, que en su respuesta indicó: 'la actividad que hacen referencia, que presuntamente se desarrolla en el bien inmueble, no se encuentra permitida' para funcionar allí.

La respuesta es firmada por la Oficina de Desarrollo Territorial de la secretaría, con destino a los vecinos que firmaron una carta para oponerse a que funcionara el establecimiento en su sector.

Tras el concepto, la oficina dio traslado a la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público, entidad que luego de realizar el 19 de junio una visita de inspección ocular al inmueble, lo encontró desocupado y que además se estaban realizando allí reparaciones locativas.

'Por tal motivo en estos momentos no se pudo evidenciar ninguna actividad relacionada con lo denunciado, pero estaremos atentos haciéndole seguimiento a este inmueble más adelante, con el fin de poder corregir y preservar que este uso no se dé en esta zona residencial', conceptuó.

Alberto Rodas, quien vive al lado de la casa donde funciona el centro de rehabilitación, dijo que funcionarios de la Secretaría de Control Urbano 'nunca regresaron' para ejercer control.

Rodas denunció que 'en varias oportunidades' fue amenazado por algunos de los pacientes y que estos, además, ofendieron 'de manera permanente' a sus dos hijas menores de edad.

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