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Una de las obras arquitectónicas y urbanísticas más incluyentes que realizó Manuel Carrerá en Barranquilla fue el antiguo Jardín Águila, que en su momento era el espacio para la interacción de todos los ciudadanos. Fue construido en la Calle del Dividivi (avenida Murillo o Calle 45) entre carreras 45 y 46, donde hoy está la edificación del Banco de la República.

Previo a la construcción del Jardín Águila, ese sector era conocido como 'Las Quintas o La Floresta', que en ese entonces quedaba en las afueras de la ciudad. Allí funcionaba la ‘Pensión Inglesa’ que en 1935 entró en proceso de abandono y desuso.

'Fue así como para poder proyectar un nuevo espacio en esa gran manzana, en 1936 se proyectó la construcción del Jardín Águila. Para esta misma fecha se entregan obras como el Terminal Marítimo y el Edificio de Bellas Artes. El barrio El Prado estaba en todo su esplendor y la empresa de Cervecería Barranquilla y Bolívar S.A. estrenaron una de sus obras más famosas, el Jardín Águila. Por eso este espacio venía a fortalecer la vida social y cultural de la ciudad', dijo Juan Pablo Mestre, arquitecto barranquillero especialista en restauración y conservación del patrimonio.

El Jardín Águila fue diseñado por el arquitecto Manuel Carrerá al estilo de los espacios de entretenimiento de La Habana (Cuba), especialmente Los Jardines de La Tropical. Los estudios fueron elaborados por la firma Cornelissen y Salcedo; y los diseños incluían un edificio elegante de estilo modernista, donde se contemplaba una hermosa cascada acompañada de fuentes luminosas y una extensa terraza tropical en el interior de su jardín.

El propósito de esta edificación era que 'Barranquilla tuviera un lugar para el fortalecimiento de la cultura, hacer bailes de carnaval, actividades nocturnas. Era un centro de entretenimiento y de baile'.

El apogeo

El día de la inauguración del Jardín Águila se hizo presente la orquesta cubana Casino La Playa, dirigida por el cantante Miguelito Valdez. En el lugar de distracción y cultura estuvieron presentes artistas como Carlos Pous, Zoraida Marrero, Mirta Silva y Daniel Santos Betancur. Con esta construcción se dio el despertar de la vida nocturna de Barranquilla.

Crisis económica

Con la Post II Guerra Mundial apareció la crisis económica y Barranquilla no fue ajena a esta situación, por ello 'la ciudad empezó a apretar su bolsillo. Pero por otro lado se estaban en marcha proyectos como el Centro Cívico, la ampliación del Paseo Bolívar y comenzaba a tomar importancia comercial y social sectores de la Calle 72', dijo Mestre.

El Jardín Águila siguió existiendo, ya habiendo pasado su época dorada y su importancia, tomándolo en arrendamiento Emisoras Unidas. Fue hasta el año 1972 cuando se demolió y para retomar el concepto de un espacio social y de encuentro, se construyo ‘La Checa’. Hasta la década de los 80’, también funcionó ahí una sucursal del Banco Popular, oficinas de Ingral, transportes Brasilia y el Diario del Caribe. Fue hasta los 90’ cuando el Banco de la República construye la actual estructura, que en su momento hizo parte del proceso de reestructuración urbana de la ciudad.

Legado de ciudad

Para Mestre, si actualmente existiera el Jardín haría un excelente conjunto de arquitectura Art Decó, junto con los edificios García y el Hanne. Entraría a complementar muy bien esa carencia que tiene la ciudad de espacios abiertos y públicos, porque los que hay hoy en día son muy cerrados y no representan la arquitectura de a una ciudad inclusiva.

En concepto del arquitecto, Barranquilla necesita de espacios abiertos, donde la vida nocturna no haya que encerrarla en un bar, sino que se encuentre sitios donde pueda haber un sano esparcimiento, sin excluirse del disfrute la ciudad.

'De existir, el Jardín Águila jugaría un papel muy importante para la dinámica de una Barranquilla inclusiva, además de ser en sí un monumento y un homenaje a uno de los grandes momentos en la historia de la arquitectura y el urbanismo local, por eso la necesidad de mirar estas obras y su concepto de implementación urbana para replicar en la ciudad', dijo.

Por ello, aseguró, el Jardín Águila hace parte de la visión que Manuel Carrerá tenía de ciudad moderna, porque al traer el Art Decó a Barranquilla rompió el paradigma de arquitectura republicana que se estaba presentando. 'Cuando pensó en este estilo para la construcción, estaba idealizando una Barranquilla abierta y que manejara un lenguaje universal', dijo el experto en patrimonio.

El modelo de lo que era el Jardín Águila actualmente se puede apreciar en construcciones públicas de ciudades de Estados Unidos, especialmente en Miami, donde se conservan el Art Decó que en Barranquilla se ha perdido por no cuidarse.

El crimen sin resolver

Uno de los crímenes más famosos y sin resolver de la historia de Barranquilla le ocurrió a la súbdita inglesa Catalina de Meek, el 16 de abril de 1935 en la ‘Pensión Inglesa’, ubicada precisamente en donde hoy funciona el Banco de la República, antes de que Manuel Carrerá construyera el Jardín Águila. Este asesinato auspició que el lugar fuera abandonado y que al arquitecto se le ocurriera construir allí un espacio incluyente para todos los ciudadanos, donde se diera paso a la cultura de una ciudad que ya mostraba un fuerte crecimiento económico.