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La muerte de un bebé de escasos 19 días de nacido ocurrida hace 5 días por el ataque de un pitbull desató un intenso debate en las redes sociales entre quienes atribuyen estas situaciones a la ferocidad de esta raza y los que argumentan que todo se debe al tipo de crianza que se le da a estos animales.

Algunos llegaron incluso a afirmar que los perros de raza pitbull no deberían ser criados en la ciudad ni tampoco compartir espacios en zonas residenciales debido a su potencial 'peligrosidad'.

La concejal Esther Molinares, en diálogo con ELHERALDO, señaló que en la ciudad hay un tendencia a la crianza y tenencia de estos perros. 'Parece que está de moda, pero la idea es que esto se regule, que los dueños se acojan a la norma. De acuerdo con lo que yo conozco de estos perros, ellos son cariñosos con sus amos, pero con los desconocidos y en la calle es otra cosa, porque esos animales son dominantes y con mucha fuerza en la mandíbula. No es primera vez que pasa que un pitbull ataca a una persona'.

De acuerdo con la cabildante, Barranquilla es una ciudad que no debe tener ese tipo de animales. 'Hay países en donde su tenencia está prohibida. Este es un tema para abordar por norma acordal y eso le corresponde al Distrito de Barranquilla abordarlo'.

José Rocha, director ejecutivo de la Fundación Una América por el Trabajo Social, señaló que es muy cierto que hay una proliferación de este tipo de mascotas y en este momento su tenencia y crianza se ha convertido en un negocio.

'Un cachorro se consigue en $80.000, incluso hasta en promoción se pueden obtener dos por 100.000 y generalmente sus compradores son menores de edad. A la concejal hay que recordarle que la Ley que regula la tenencia de estas razas consideradas peligrosas ya existe y es la 746 de 2002, que prohíbe la tenencia de estas razas a menores de edad', anotó.

Rocha agregó que en espacios públicos es obligatorio el uso del bozal, traílla, correa, carné de vacunación.

'Ahora lo que se tiene que hacer es que el Distrito haga respetar la norma, que se cumpla y se respete con ayuda de la Policía', concluyó.   

El pitbull tiene un promedio de 130 libras de presión por pulgada cuadrada (PSI por sus siglas en inglés). Esta cifra mide la fuerza que puede alcanzar el perro al apretar algo con su boca. Según las pruebas realizadas por Barry Bite de National Geographic, el pitbull puede alcanzar hasta 235 libras de presión con su mandíbula. Sin embargo, otras razas como pastor alemán y rottweiler, llegan a unas 238 libras y 328 libras respectivamente. 

Para Hernán Nieves, experto en razas consideradas potencialmente peligrosas, el caso del bebé es un hecho aislado que no se debe tomar como referente para la estigmatización de esta raza. 'El pitbull es un perro de presa, dominante y territorial y en este caso podríamos estar hablando de una agresividad por celo territorial. A lo mejor al animal no lo socializaron con el bebé como un nuevo miembro de la familia y quizás lo percibió como una potencial amenaza, o el animal podría estar estresado por el encierro o por el sonido de la pólvora', señaló.

Según Nieves, durante sus 25 años de trabajo nunca ha recibido una mordida de un pitbull, a los que considera perros muy nobles, que solo son agresivos cuando su tenencia y su crianza ha sido mal encausada.

Luis Ángulo es el párroco de la iglesia San Juan Bautista, del barrio El Silencio. Cuando Heiko, su enorme perro pitbull de dos años, se para en sus dos patas traseras para demostrarle afecto, casi que alcanza la estatura del sacerdote.

Cualquiera que se tope con este can musculoso e imponente, tiene todas las licencias de este mundo para temer, no obstante, Heiko es el consentido de niños, jóvenes y ancianos de esta parroquia por su carácter noble.

Una buena crianza. El sacerdote está convencido que con relación a este tipo de perros lo que prima es una buena crianza. 'Una persona que quiere tener un pitbull o que tiene uno debe conocer la raza con suficiencia, estudiarla y luego darle una buena crianza. Hay que sacarlos, que interactúen con personas, hacer que se ejerciten, tratarlos con afecto y cariño. Un pitbull es una gran responsabilidad', dijo.

El religioso recomienda mantener una disciplina a la hora de su crianza, nunca dejar de lado la responsabilidad que significa la tenencia de un perro de este tipo y no dejar de estudiarlos para conocer bien sus necesidades y su naturaleza. 'Esta es la mejor forma de evitar que este tipo de situaciones tan dolorosas se sigan presentando'.

Para el médico veterinario Ariel Mendoza, de cada 100 pitbull que atiende en su negocio, solo cinco presentan actitudes agresivas. Aclara que esto se da por la crianza que le dan sus propietarios. 'Un pitbull bien acostumbrado puede convivir con otros perros, hasta con un gato, todo está en la crianza. No son para estar encerrados, son perros dominantes que demarcan su territorio, pero siempre y cuando estén bien criados. Es muy raro un pitbull bravo', dijo.

De acuerdo con el veterinario, en su consultorio tienen más reportes de mordeduras y heridas por perros pequeños que por pitbulls.

Disciplina y paciencia. 'El problema es que si un pincher o french muerde a un niño o a una persona, eso no es noticia porque las lesiones son leves, no siendo así en el caso del pitbull que cuando muerde, las lesiones son graves porque su presión en la mandíbula es mucho más fuerte', anotó Mendoza.

Para este especialista, en el caso del bebé, lo que pudo haber sucedido es que el animal quiso proteger su territorio, 'un caso típico de dominancia por instinto. Con estos perros hay que tener mucha dominancia, disciplina y paciencia. Es triste lo que pasó y además ayuda a la estigmatización de esta raza noble, que en sus inicios fueron usados como perros niñera', explicó.

La Ley 746 regula la presencia de razas potencialmente peligrosas

La Ley 746 de 2002 regula la presencia de perros que puedan representar un peligro para la sociedad y sanciona a los propietarios de los animales que la infrinjan. De acuerdo con esta Ley, un perro suele considerarse peligroso cuando ha sido adiestrado para el ataque y la defensa, o cuando ya ha presentado episodios de agresiones a personas o a otros perros. La norma establece multas de hasta 15 salarios mínimos legales vigentes y el posterior traslado del animal a una perrera municipal donde el amo deberá cubrir los gastos durante el tiempo de reclusión del canino. En espacios públicos los perros peligrosos deberán ser llevados por sus dueños con la respectiva cadena (traílla), bozal y permiso de la alcaldía. De acuerdo con esta Ley los american staffordshire terrier, bullmastiff, dóberman, dogo argentino, dogo de burdeos, fila brasileiro, mastín napolitano, pitbull terrier, american pitbull terrier, rottweiler, staffordshire terrier y tosa japonés, o sus cruces o híbridos, son considerados potencialmente peligrosos. Las personas que deseen tener este tipo de canes, en primer lugar deben registrarlos ante las alcaldías municipales, que serán las que den el permiso de tenencia.