Un grupo armado desplazó a Agustina Jacanamijoy y a su familia de la tierra de sus ancestros en 2001. Esta indígena inga vivía en la vereda Vichoy, del municipio de Santiago, en Putumayo. Con el dolor del desarraigo marcado en su piel, inició una nueva vida.
En Barranquilla, a donde llegó buscando nuevas oportunidades lejos de las amenazas de los violentos, quienes intentaron reclutar forzosamente a su hermano, el Gobierno Nacional le hizo realidad el sueño de una casa propia.
Esta mujer de 38 años, madre de tres hijos, hace parte de esas 832 familias favorecidas por el Programa de Viviendas Gratis y que fueron ubicadas en el conjunto residencial, Villas de San Pablo. Además el suyo es uno de los 11.000 hogares en Barranquilla atendidos por la Red Unidos y hoy han conseguido una oportunidad para escapar de la pobreza extrema.
Visiblemente emocionada, en su 'rancho', como ella misma llama a su vivienda, Jacanamijoy, recibió una visita inesperada. La directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Tatyana Orozco, acompañada por varios funcionarios y Manuel Herrera, gerente general de la compañía Zona Franca la Cayena, con quienes el DPS firmó un acuerdo para impulsar proyectos productivos en beneficio de los habitantes del sector de Juan Mina y sus alrededores, escogieron a esta familia para iniciar ayer la actividad ‘Cogestores por un Día’.
'Esperamos que más empresarios, que más personal de la empresa privada se unan y entren a este convenio para buscar cómo realizar emprendimientos productivos atados precisamente a estas compañías, de tal forma que puedan comprarle los productos que estás familias están fabricando', dijo Orozco.
De acuerdo con la funcionaria, dentro de esas metas de superación de la pobreza con las que el gobierno Nacional se comprometió para el 2018, hasta el momento 4,4 millones de colombianos han logrado salir de la pobreza y 2,6 han salido de la pobreza extrema.
'A mi hermano parece que lo siguió gente de allá y lo mataron aquí. A un tío lo desaparecieron y el papá de mis dos primeros hijos se fue huyendo a Panamá por la violencia. Ahora tengo mi rancho, un compañero que trabaja conmigo en la microempresa de zapatos y yo hago artesanías. Mis hijos ya están ubicados en un colegio. Le debo mucho al Gobierno por todo el apoyo', contó la mujer entre lágrimas.
De acuerdo con Orozco, el Atlántico ha logrado reducir la pobreza más allá de las metas que el DPS se había propuesto para el 2018. 'Estamos cerca del 4% en pobreza extrema, esa es una muy buena noticia para los habitantes del Atlántico, pero nos falta todavía, hemos avanzado muchísimo en Barranquilla y Colombia', indicó.
Sobre las nuevas proyecciones del Gobierno, explicó que en Soledad se han trazado unos nuevos retos. Allí se va a ampliar la cobertura de la Red Unidos en donde hoy en día atiende cerca de 6.000 familias y se va a pasar a 9.950 familias.
'Ahora con la nueva estrategia del presidente Juan Manuel Santos lo que va a pasar es que la Red Unidos va a hacer parte del DPS y eso nos va a permitir articular de una mejor forma los procesos para llegar más fácilmente a conocer las necesidades que tienen estas familias ', explicó la funcionaria.
Agustina, por su lado, describió que le falta capital para arreglar su casa y también para 'estabilizar mi economía'. A ella le gustaría tener más maquinaria para enseñar a otros residentes del conjunto que lo necesitan y así también tengan alternativas para solventar sus gastos.
Acompañamiento
Los cogestores sociales son los responsables de asumir el proceso de acompañamiento con las familias vinculadas voluntariamente a la Red Unidos durante un periodo no mayor a 5 años, que consiste en motivar a las familias para que movilicen sus propios recursos, sus conocimientos, sus habilidades y sus decisiones en consecución de los logros básicos para la superación de la pobreza extrema.