Compartir:

Mauricio Aguilar estaba expectante en una de las butacas del auditorio. Desde el 31 de enero de este año, fecha en la que debió ser su ceremonia de grado, esperaba con ansias el momento en el que su nombre fuera mencionado.

Había repasado en su mente la subida de los cuatro escalones que lo llevarían hasta la tarima donde estrecharía varias manos y donde recibiría el diploma que tanto había deseado, el que materializaba el sueño que muchos años atrás emprendió con la ilusión de un bachiller: ser médico general.

Al igual que los 50 compañeros del pregrado de medicina y 4 estudiantes de posgrado en diferentes ramas de las ciencias de la salud, el calvario de Aguilar comenzó con los problemas de la Universidad San Martín, el centro educativo en el que realizaron sus estudios.

'Después de tanto luchar y sufrir, hoy por fin obtengo mi diploma', expresó un emocionado doctor general recién graduado.

Pelea por sus derechos

Aguilar explicó que la situación no fue sencilla, sobre todo para él como líder de los estudiantes del centro educativo.

'Teníamos una administración que no nos había cumplido con los objetivos que nos trazamos cuando nos matriculamos por primera vez en la universidad', señaló el nuevo médico.

Añadió que tuvieron que 'salir a las calles y tomar vías de hecho' para proteger su derecho a la educación y no perder la inversión que habían realizado durante tanto años, no solo en dinero sino en tiempo y esfuerzo.

Un sonriente profesional contó que incluso estuvo preso por un día 'por defender lo justo'. 'Me llevaron a la UPJ (Unidad de Prevención y Justicia) por estar protestando y por las marchas que hicimos'.

Ni la lluvia los detuvo

Como un nuevo obstáculo para lograr su grado, en la tarde de ayer una fuerte lluvia retrasó la ceremonia que iba a convertir al grupo de jóvenes en profesionales y especialistas en el área de la salud.

Con la llegada del agua la electricidad falló en la sede del establecimiento educativo en el corredor universitario. El nerviosismo comenzaba a aparecer en los alumnos. No querían esperar más tiempo.

Con el reestablecimiento del fluido eléctrico la ceremonia pudo continuar y los jóvenes pudieron recibir el grado que tanto esperaron.

Aguilar explicó que en esta ocasión fueron los estudiantes de medicina, 'pero se espera que en las próximas semanas los graduados sean los compañeros de odontología y veterinaria, quienes también esperan por cumplir sus sueños'.