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La Administración Distrital aún no ha recibido solicitud formal de alguna de las empresas ubicadas en la Vía 40 para ser relocalizadas en el corredor industrial de Juan Mina sobre el eje de la Circunvalar y hasta los límites con Tubará, Galapa y Puerto Colombia, y de esta forma obtener por 10 años el 100% de exención en los impuestos Predial, de Industria y Comercio y Delineación Urbana.

Según el Acuerdo 013 de 2014 podrán recibir estos beneficios de relocalización las empresas que tengan su frente en el corredor de la Vía 40, en el margen occidental y sobre el margen oriental hasta el río Madalena del mismo corredor, desde la carrera 50B hasta la calle 85.

'Hasta el día de hoy no he tenido solicitud formal para relocalización, pero lo que sí he tenido es acercamiento de dos industrias nuevas que se quieren instalar en Barranquilla en ese sector', dijo Fidel Castaño, gerente de Ingresos del Distrito. También aseguró que ya les habló de cuáles son los requisitos que tienen que cumplir y el sentido de la norma de beneficios tributarios.

El funcionario se mostró optimista de que en los próximos días soliciten formalmente el beneficio tributario por instalación de nuevas empresas.

Los incentivos, recordó Castaño, son para nuevas empresas que se instalen y las que se relocalicen en el sector de Juan Mina y sobre el margen oriental del Corredor Portuario (Calle 6) hacia el río Magdalena desde la prolongación de la carrera 46 hasta la carrera 8B.

Se estima que unas 150 empresas ubicadas en la Vía 40 podrán beneficiarse de la exención tributaria si deciden trasladarse a cualquiera de estos dos corredores.

PROCESO ES LENTO

En opinión de Alberto Vives, gerente de la Asociación Nacional de Empresarios seccional Atlántico y Magdalena se trata de un proceso que toma su tiempo.

'Que una empresa se traslade de un sitio a otro no es como cuando una persona decide comprar un apartamento y mudarse de un sitio a otro. Para que una empresa se traslade requiere de una serie de factores que se tienen que dar, naturalmente los incentivos es uno de ellos, pero son muchas cosas', enfatizó.

Considera Vives que el proceso es muy lento, no se da de la noche a la mañana y requiere tiempo y que las condiciones en el sitio donde se instalarían estén dadas. 'Hoy en día los niveles de tensión que hay en la Vía 40 no existen en la zona de Juan Mina. Si las empresas grandes decidieran pasarse para Juan Mina todavía no tienen ciertos servicios públicos que son requeridos para su funcionamiento, como capacidades técnicas, agua cruda del río. Otras razones son los valores de la tierra, maquinarias, porque de pronto no todas servirían y les tocaría comprar nuevas, permisos ambientales', dijo.

Según Vives, de los beneficios tributarios quedaron por fuera empresas adyacentes a la Vía 40 que podrían estar interesadas en reubicarse porque tienen planeadas ampliaciones y no lo pueden hacer en esa zona.

ALTOS COSTOS

En opinión de Beatriz Vélez, presidenta del Comité Intergremial del Atlántico, quizás ninguna empresa ha hecho la solicitud formal porque muchas dependen del agua como insumo fundamental de su operación y estando a orillas del río Magdalena tienen toda la que necesiten, lo que no es posible en el nuevo corredor industrial.

Para otras, tal vez porque trasladarse no les resulta un buen negocio, aún con las exenciones, por los altos costos que implica la reubicación y, además, porque hoy su operación es rentable debido a que la inversión de su montaje la recuperaron muchos años atrás, pero la eventual modernización ya no tendría sentido en las actuales condiciones de un mercado más competido.

'Si no se modernizaron antes, quizás fue porque no tuvieron recursos para asumirlo, y hacerlo ahora implicaría dejar de operar con la maquinaria que hoy tienen y que ya se pagó, e invertir en nuevos equipos y montajes, a unos costos financieros que probablemente los saquen del mercado', explicó Vélez.

Considera la dirigente gremial que es posible que esos dos factores estén incidiendo para que la relocalización industrial no resulte atractiva.

NUEVAS INDUSTRIAS

Según Vélez, para el empresario que se va a instalar por primera vez, esas exenciones sí son incentivos importantes y pueden marcar la diferencia entre Barranquilla y otras ciudades al momento de tomar la decisión por un destino de inversión. Y también lo es para quienes estén localizados en zonas diferentes a la ribera del río Magdalena, y que por distintas razones necesiten reubicarse.

Por eso, el Comité Intergremial del Atlántico insiste en que este tipo de iniciativas deben ser lo más equitativas posibles y de ahí que deba buscarse que los empresarios que estén localizados en otros sectores y que requieran reubicarse, también puedan beneficiarse de tales exenciones.

'Dentro de unas determinadas condiciones y aprovechando el nuevo POT, hay que generalizar ese beneficio para todo el sector empresarial, de tal manera que no se limite a la zona de la Vía 40, entendiendo que aunque el presente y el futuro de Barranquilla están asociados al río Magdalena, la ciudad va más allá de ese territorio', concluyó Vélez.