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Hoy, cuando se cumplen 202 años desde la conversión a Villa Capital del Departamento de Barlovento de la zona que conocemos en la actualidad como Barranquilla, analistas, expertos y ciudadanos del común consideran necesario un debate a fondo para definir con qué cara deseamos que la ciudad sea conocida en el largo plazo. Algo en lo que coinciden las personas consultadas es en la necesidad de reforzar los valores en la ciudadanía para que la Barranquilla del futuro 'tenga una sociedad mucho más humana'. Y el valor sobre el cual debe erigirse esa sociedad humana es, según los entrevistados, la inclusión.

Milton Zambrano Pérez, académico

Considera necesario que la ciudad se mire en el espejo de su propio pasado para convertirse en una urbe incluyente con oportunidades para todos sus habitantes y que tenemos que recuperar nuestra historia para rehacer la ciudad. Un punto clave en esta labor –dice– es recuperar el centro y la red de caños de Barranquilla.

Andrés Felipe Arteta, del Centro de Pensamiento Caribe

Opina que una de las prioridades para las autoridades, ante el reto de hacer de Barranquilla una ciudad incluyente, es 'realizar inversiones sociales en la niñez y en la juventud' para generar 'más oportunidades de empleo y educación' para las personas de escasos recursos. Para tal fin, piensa que es necesario descentralizar el Distrito de Barranquilla.

Alba Luz Suárez, comerciante

'Esta nunca va a ser una ciudad incluyente y humana si no le dan oportunidades de empleo y educación a los más necesitados', sentencia esta vendedora de calzado. Para ella, la Barranquilla soñada es una urbe 'noble, equitativa, que tenga como prioridad la inclusión'. Para llegar a la meta –dice– es necesario combatir la corrupción.

Mario Coronado, comerciante

Este vendedor de bolsos, quien tiene ubicado su punto de venta en el Centro de Barranquilla, cree necesario cerrar las brechas sociales para generar oportunidades, pues, a su juicio, 'mientras se les siga tratando mejor a los que tienen dinero, los pobres no vamos a surgir nunca; no vamos a lograr ser una sociedad incluyente'.

Álvaro De la Espriella, ex alcalde de Barranquilla

Para este ex primer mandatario de la ciudad, quien actualmente es presidente de la Academia de Historia de Barranquilla, es importante incentivar a la población para que salvaguarde 'la memoria histórica a través del civismo y de la cultura ciudadana', al tiempo que pide preservar 'los íconos históricos que poseemos'.

Laura Cepeda, directora Fundesarrollo

La entidad, por medio de un comunicado, sostiene que 'durante los últimos años se ha percibido en la ciudad un cambio positivo', lo cual se ve reflejado en el optimismo de los habitantes. Sin embargo, considera que ese sentimiento puede estar alejado de la realidad, y recomienda crear un ente que 'actúe como planeador' del desarrollo de Barranquilla.

Jaime Amín, senador por el Centro Democrático

El ex aspirante a la Gobernación del Atlántico dice que potenciar el emprendimiento y la competitividad haciendo hincapié en un aumento de las inversiones para mejorar la infraestructura educativa e implementar el bilingüismo debe ser la clave de la Barranquilla del futuro. Además, cree necesario explotar la parte portuaria de la ciudad.

Álvaro Ashton, senador por el Partido Liberal

Para este congresista liberal, la inclusión en la Barranquilla del futuro pasa por 'brindar oportunidades de empleo y sostener el crecimiento empresarial y comercial'. Esto último, manifiesta, debe ir ligado con facilidades para que los ciudadanos puedan acceder a unos servicios educativos de calidad.

Arturo Gálvez, profesor universitario

El director del programa de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma del Caribe afirma que una labor primordial para que Barranquilla sea una 'urbe incluyente' es 'recuperar aspectos de la cultura que se han perdido', al igual que aprovechar la vocación internacional para atraer a los inversionistas extranjeros.

César Gutiérrez, vendedor de jugos naturales

'Pienso que si las autoridades generan empleo digno será más fácil que la ciudad ofrezca crecimiento a sus habitantes', opina. Agrega que uno de los enemigos a combatir, 'además de la corrupción y la injusticia', es la inseguridad que se vive en ciertas zonas de Barranquilla, 'más que todo, en los barrios pobres del sur'.

Jairo Parada, economista y académico

Explica que el principal obstáculo a vencer para que la Barranquilla soñada 'sea verdaderamente incluyente' es reducir las brechas entre las clases sociales brindando espacios públicos adecuados 'que permitan al ciudadano gozar su ciudad', ya que –opina– 'Barranquilla está demasiado fraccionada socialmente'.

José Vengoechea, director de la seccional Atlántico de la Cámara Colombiana de Infraestructura

'Una ciudad con modernas autopistas que mejoren la movilidad de los barranquilleros' es la que, según Vengoechea, se acerca al modelo de ciudad 'moderna e incluyente'. Sugiere realizar inversiones que ayuden a erradicar el problema eterno de los arroyos, los cuales 'impiden que una persona pueda movilizarse libremente'.

David Caballero, vendedor de artículos de cuero

Una de las causas principales de 'la inequidad que nos agobia' es, según este experimentado comerciante, 'la corrupción que no nos deja ser una sociedad humana, con espacio para todos'. Asegura que debe haber más oportunidades de acceso a 'una vivienda y una educación dignas' para los menos favorecidos.