María Patricia Angulo es madre de dos egresados de la escuela Pies Descalzos, del corregimiento La Playa. Todos los días ve entrar a los 1.262 estudiantes del plantel, mientras hace vigía en la puerta principal. Ella trabaja en la institución, realizando servicios generales, y durante la tarde del pasado sábado fue la primera en alertar del robo de los 31 computadores.
'Quedé en shock. No sé cómo me dieron las piernas para bajar y avisar lo que había pasado. Solo habían unos cuantos computadores', comenta María, de 42 años, al abrir sus ojos y extender las manos al aire. A las 2:20 p.m. del pasado sábado, evoca, estaba haciendo el aseo en los salones de arriba y observó que la puerta del salón había sido forzada.
Para esta robusta morena, de 1.70 de altura, el hecho es indignante y triste. Comenta que es la primera vez que pasa algo así en la escuela y es consciente que afecta la jornada escolar.
Clases
Hoy en el salón de informática Orlando José Contreras, estudiante de once grado, se agrupa con otros compañeros para recibir la clase en uno de los nueve computadores portátiles que quedan. 'El hurto afecta principalmente nuestras clases de informática y de literatura. También nuestra preparación para las Pruebas Saber con talleres virtuales', afirma el estudiante de 15 años. Al igual que cientos de alumnos, Orlando no tiene un computador en casa y la escuela es su principal espacio para desarrollar tareas escolares, incluso actividades extracurriculares para su formación.
' Si no tenemos pronto unos nuevos computadores, no sé cómo voy a hacer con el proyecto de grado para certificarme como tecnólogo del Sena, advierte fuera del salón.
Su compañera, Adriana Echeverry Lugo, también manifiesta sus disgusto porque quiere aplicar a una beca de medicina con un buen puntaje de la Pruebas Saber. Sin embargo, teme que el tiempo que tarde la reposición de los computadores afecté la preparación virtual.
'La tecnología hoy es fundamental para cualquier estudiante. Negarlo es perjudicial porque estamos conectados', explica la estudiante.
Academia
En uno de los pasillos, Jackeline Ibañez, profesora de Español y Literatura, recalca que los estudiantes se sienten afectados en su academia y que un computador motiva a muchos a trabajar. 'En mi época era la máquina de escribir. La tecnología será siempre un gran apoyo para la educación', afirma.
Desde marzo de 2009, la escuela ha educado a cientos de niños de sectores aledaños, como Adelita de Char, Villa Mar, Villa Norte, La Playa y La Cangrejera; muchos provenientes de familias desplazadas por la violencia. Han graduado cinco promociones y por los altos puntajes en la Pruebas Saber de 2014, cinco estudiantes fueron acreedores de becas del programa Ser Pilo Paga, del gobierno nacional. Nestor Martínez, rector de la institución, recuerda que el colegio ha sido punto de referencia para desarrollar actividades en pro de la comunidad. Espera pronto el pronunciamiento de la Secretaría de Educación para saber cuando serían repuestos los 31 computadores y el de la Policía sobre los resultados de la investigación.