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Momentos de angustia y nervios se vivieron ayer en Barranquilla a las 3:55 p.m., cuando la onda de un sismo de magnitud 6,6 en la escala Mw (medida de magnitud de momento) sacudió parte de la Región Caribe.

El epicentro del movimiento telúrico se registró a 7,4 kilómetros del municipio la Mesa de los Santos, en Santander, según reportó el Centro Geológico Colombiano.

Aunque no se registraron grandes daños ni heridos, en la ciudad los edificios de la Gobernación del Atlántico, Camacol, el Centro Cívico, la Alcaldía, el Banco Popular, Universidad del Atlántico, entre otras edificaciones, tanto en el norte como el sur de la ciudad, fueron evacuadas por prevención.

Como si fuera un mareo. Como si estuvieran sufriendo de un fuerte mareo, así describieron varias personas consultadas por este medio, la sensación de experimentar un sismo.

Miguel Rudas estaba sentado en su cama, preparándose para salir a trabajar cuando sintió que la cama se movía.Pensó que era un mareo producto de la siesta mal hecha o del almuerzo pesado.

Cuando dejó de temblar terminó de vestirse y salió a su turno como vigilante en un edificio de la carrera 54 entre calles 55 y 56. En la calle, los vecinos le preguntaban a Rudas si había sentido el sismo. Ahí comprendió que todo había sido un terremoto.

De igual manera explicó Jeiner De León, un técnico en refri

geración, lo que experimentó durante el sismo.

'Primero me sentí mareado. Vi que las paredes se movían y salí corriendo del edificio. Un compañero que estaba dormido se despertó por el movimiento', manifestó De León aún conmocionado.

Por su parte Luz Helena Gutiérrez, manifestó que se encontraba en un segundo piso y sintió el fuerte movimiento, pero, junto a sus compañeros, no vio la necesidad de evacuar el edificio donde trabajan.

Daños reportados. Ana Saltarín, Jefe de la Oficina para la Prevención y Atención de Desastres del Distrito, explicó que 'dada la profundidad del sismo no hubo daños aparentes en las estructuras en la ciudad. Sin embargo, es posible que se hayan dado agrietamientos y fisuras'.

Eso sucedió precisamente en el conjunto residencial Colina Campestre (carrera 35 con calle 84), construido en 1997, un año antes de que se expidiera la norma antisísmica. Vecinos reportaron a este medio, que los bloques 12 y 13 sufrieron averías en las paredes.