Alrededor de 25 rutas del transporte público colectivo deberían ser reestructuradas, según recomendación de un estudio contratado por el Área Metropolitana de Barranquilla, AMB, con la firma GDS- Moviconsult Barranquilla por valor de 150 millones de pesos.
La finalidad de la reestructuración es aumentar el número de pasajeros del Sistema de Transporte Masivo, Transmetro.
Aunque aún no está dada la última palabra, Ricardo Restrepo, director del AMB, asegura que en efecto ya recibieron el documento que en la actualidad viene siendo analizado con los empresarios del transporte.
'La junta directiva en la reunión de ayer presentó sus recomendaciones y serán atendidas, así como los ajustes que sean necesarios en este proceso de reestructuración', dijo.
Restrepo asegura que, en todo caso, la reestructuración que se llegue a implementar se hará de manera gradual, en la medida que el Sistema de Transporte Masivo, Transmetro, tenga los buses adecuados para prestar el servicio con cobertura y calidad.
Dentro de las 25 rutas que serían reestructuradas algunas tendrían que ser eliminadas porque, según Restrepo, 'su nivel de competencia es muy alto con Transmetro'.
La propuesta es discutida tanto con los empresarios del transporte público colectivo como con Transmetro, aseguró el director del AMB. No obstante, aclaró, la reestructuración será implementada de manera gradual 'afectando en lo más mínimo a la comunidad usuaria del transporte público como a las empresas que tienen que hacer ajustes en sus rutas'.
En la actualidad, el área metropolitana de Barranquilla es cubierta por aproximadamente 120 rutas del transporte público colectivo, incluyendo las de Transmetro.
Edgardo Altamar Fontalvo, director ejecutivo de la Asociación Regional de Transporte Urbano por Buses y Busetas del Atlántico, Analtra, dice que en días pasados solicitaron al AMB la socialización del estudio, 'y fue en esas reuniones donde nos dimos cuenta de que el estudio afecta a muchas de las empresas del transporte público colectivo'.
Explicó que hay empresas como Sobusa, por ejemplo, a la que le sería eliminada una ruta y le retirarían 90 vehículos, mientras que a la Carolina le suprimirían 60 buses, explicó el empresario.
'En general, unos 410 buses serían retirados o chatarrizados, situación que está complicada porque nosotros no estábamos pidiendo eso', dice.
Altamar asegura que la petición que le hicieron al AMB consiste en una reestructuración en la que el colectivo no afecta al transporte masivo. Dijo que así podrían esperar un próximo estudio que ya está aprobado por un Conpes por valor de $3.400 millones aproximadamente, a través del cual se hará una reestructuración de toda la movilidad de Barranquilla.
El directivo considera que el estudio se hizo teniendo en cuenta unas variables trazadas por la Universidad del Norte y del estudio Sigma y de una manera rápida con un objeto social que es bastante amplio.
'El estudio afecta fuertemente la economía del transporte público colectivo, porque hay empresas que prácticamente desaparecen. Si usted tiene 60 vehículos y le quitan 40 empieza a desaparecer'.
Para el directivo de Analtra el estudio no tuvo en cuenta la informalidad en el transporte y por ello cada vez que hay una reestructuración lo más probable es que entre la 'ilegalidad' en esos espacios que eran ocupados por el transporte público.
La propuesta de los transportadores es la integración del transporte público colectivo con el masivo.
'Creo que hay voluntad política para decidirse por esta integración para beneficio de la ciudad y de los usuarios'.
En una carta enviada en días pasados al director del AMB, Analtra señala que GDS-Moviconsult realizó toma de información primaria en un tiempo considerado limitado, sin tener en cuenta los análisis estadísticos de los tamaños de las muestras, ni la aplicación de las metodologías de trabajo de campo para los estudios de transporte reglamentada en la Resolución 2252 de 1999. Esto trajo como resultado, la modificación de las rutas propuestas sin verificar la realidad de las vías de la ciudad. Citan como ejemplo de ello, el caso de la ruta que se modifica pasando por la carrera 41 hasta la calle 32 o 33.
'Esta vía a partir del Paseo Bolívar es inaccesible, primero por la prohibición de la circulación de vehículos convirtiéndose en vía peatonal y segundo, por la invasión del espacio público por parte de vendedores'.
En la carta señalan, además, que uno de los principales soportes de GDS-Moviconsult, son los estudios de Sigma 2011, sin embargo, muchas de las recomendaciones no han sido aplicadas para solucionar los problemas financieros del Transmetro, tales como usar el patio de Barranquillita para guardar la flota en las horas valle y ahorrar kilometraje en vacío, rediseñar las rutas alimentadoras que por su gran longitud no cumplen su cometido y se convierten en pérdidas permanentes del sistema, completar la flota y mejorar las frecuencias de despacho. Estas actividades que podrían mejorar las condiciones de Transmetro no se han aplicado, empezando por el patio de Barranquillita, que no está construido.
Por último resaltan que la justificación para contratar el estudio de GDS-Moviconsult era la de eliminar o modificar rutas del transporte público colectivo, con el fin de incrementar el número de pasajeros del transporte masivo, pero en ninguna de las cláusulas del contrato se pide medir el impacto en la movilidad de los usuarios, ni sobre la estabilidad de las empresas del TPC al eliminar las rutas, basado en el decreto ley 170 de 2001 que reglamenta el servicio público de transporte terrestre automotor colectivo metropolitano, distrital y municipal de pasajeros.