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Comprar en Barranquilla una botella de ácido sulfúrico o clorhídrico, ambos catalogados como de control especial por la Subdirección de Control y Fiscalización de Sustancias Químicas y Estupefacientes del Ministerio de Justicia y del Derecho, es prácticamente imposible para una persona del común.

Sin embargo, EL HERALDO visitó cuatro establecimientos de distribución de este tipo de compuestos, y comprobó que tanto en el centro como en el sur de la ciudad es sencillo conseguir ácido muriático, sustancia que por su uso para la limpieza de cañerías y galvanización de metales es de venta libre en algunos puntos comerciales, pero que puede causar graves lesiones al igual que los utilizados para atacar a las mujeres y que tienen venta restringida para industriales.

En solo uno de los locales visitados (ubicado en la carrera 40 con calle 35) le exigieron al comprador registrar sus datos, como método de control en la venta del producto, así como presentar su documento de identidad.

Allí, por 3.000 pesos compró 460 centímetros cúbicos de ácido muriático, lo suficiente como para poder provocar quemaduras de consideración en el cuerpo de alguien, mientras que en la calle 50 con carrera 38, adquirir un envase con 250 centímetros cúbicos del peligroso químico le costó 1.500 pesos.

En otra comercializadora química del barrio El Bosque (en la calle 76 con carrera 7E) el intercambio de 3.000 pesos por una botella de soda cáustica se produjo sin restricción alguna, aunque este potente corrosivo puede causar daños irreversibles al entrar en contacto con superficies tan sensibles como la piel.

De acuerdo con el presidente de la Asociación de Ingenieros Químicos del Atlántico, Osvaldo del Castillo, la venta libre es una situación de cuidado, ya que la manipulación de esta clase de sustancias debe estar restringida solo al sector industrial y a quienes justifiquen su uso.

'Hay desorden en el manejo de esas sustancias, lo que es peligroso porque en manos de personas con problemas emocionales puede provocar hechos fatales. Deben reglamentar el uso de estos productos mediante un proyecto de acuerdo, para que el comprador asuma la responsabilidad', señaló el experto.

Desde la entrada en vigencia del Decreto 2897 del 11 de agosto de 2011, es competencia del Ministerio de Justicia y del Derecho la expedición del Certificado de Carencia de Informes por Tráfico de Estupefacientes, que legaliza la compra, venta, distribución y almacenamiento de esas sustancias de control, trámite para el cual exigen la delimitación de la actividad que llevarán a cabo con los químicos y las cantidades a usar.

'El ácido sulfúrico es considerado el rey de los productos químicos y es de mucho peligro, no hay suficiente vigilancia por parte del Invima ni de la Secretaría de Salud, debe haber auditorías periódicas y reglamentar la Ley 1639 del 2 de julio de 2013, para que apliquen las prohibiciones',planteó.

Así mismo Del Castillo expuso que el ácido muriático que venden es rebajado (de menor concentración que el ácido clorhídrico), pero de igual manera quema y que las amas de casa lo ligan con frecuencia con hipoclorito o detergente, lo que puede generar gases tóxicos letales.