Junto a la soberana, Maqui Diazgranados, reina del Carnaval, cumbiambas, garabatos, congos, grupos de mapalé y son de negro, provenientes de diferentes municipios del Atlántico y otras regiones del país fueron los grandes protagonistas de la Gran Parada de Tradición y Folclor.
En su segundo día, la fiesta más importante de Colombia fue consecuente con su designación de la Unesco, como Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación, para defender y salvaguardar la tradición.
Sobre el asfalto de la Vía 40 hizo su presentación lo más tradicional de nuestro Carnaval, verdaderos hacedores que lideraron un desfile que, lamentablemente, no es el que cuenta con la mayor afluencia de público, pero sí es uno de los más representativos, de los que más se acerca a los orígenes de la fiesta.
A la 1:55 p.m., el carro de Bomberos y policías en motos dieron apertura al desfile.
Integrante de Son de Negro de Puerto Colombia, que dirige Reinaldo Tejera.
Ver galería La tradición tuvo un lugar especial en La Gran Parada.
Disfraces alusivos a los diez años de la Declaratoria de la Unesco, la danza Los Cabezones, las cumbiambas La Arenosa, El Cañonazo y La Revoltosa, y el Congo Grande de Barranquilla fueron los primeros en iniciar el recorrido que mereció los aplausos del público por su orden y sincronización.
Aplausos también merecieron los espectadores que no le echaron espuma a los disfraces y quienes se mantuvieron en sus puestos. Un desfile en el que no hay espacio para las carrozas ni tráilers. Todos los danzantes lo hacen a pie.
De admirar el talento del grupo de Son de Negro de la Escuela Generación Activa de Puerto Colombia. Sus muecas y atuendos cautivaron la atención. Así mismo, vale la pena resaltar la participación de Renacer Sinuano, una cumbiamba que viajó desde Montería para engalanar con su contorneo y coquetería a quienes se aglomeraron en el Cumbiódromo.
Por segundo año se presenta el mapalé de Expresión Caribe.
En este grupo de participantes ‘extranjeros’ también estuvo la corporación Danzat, que a ritmo de joropo mostró la diversidad del folclor colombiano. Y ni qué decir de todas las cumbiambas, con vestidos tradicionales o estilizados, que dieron muestras de respeto por lo autóctono.
Buen viento también el que ventiló en el desfile, mitigó la intensidad del sol. También refrescaron las paletas y el agua.
Paso de los reyes. A las 3:05 desfiló el Rey Momo, Álvaro Bustillo. Lo hizo acompañado del Garabato del Colegio Marco Fidel Suárez, que él dirige. Iba representando a la muerte, tan tradicional en esta danza.
El rey Momo, Álvaro Bustillo, impresionó por su excelente interpretación de la tradicional muerte del garabato.
En medio de aplausos y vivas fue recibida, su majestad María Margarita Diazgranados, vestida con una creación de Julie de Donado, titulada Gallo Colorao, con la que rindió homenaje a las danzas de relación.
Con la misma efusividad, los asistentes a la Gran Parada aplaudieron a los Reyes Infantiles, Nickson Padilla y Paula Jurado. Ambos lucían creaciones alusivas al congo.
Los Reyes del Carnaval de los Niños, Paula Jurado y Dickson Padilla, rindieron homenaje a la danza de congo.
Muchas miradas admiraron el ramillete ‘real’ y a los diferentes danzantes que rindieron tributo a la tradición, a la esencia de este Carnaval.