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La Reserva Forestal Protectora El Palomar, ubicada en el municipio de Piojó, fue declarada por el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico –CRA–como la primera reserva forestal y la tercera área protegida en el Departamento.

En el Palomar, se encuentran especies de plantas consideradas dentro de las categorías de amenaza de Colombia, con once especies registradas con algún nivel de riesgo y sobre las cuales debe existir prioridad de conservación, como son el caracolí, carreto, lata, calabacillo, guayacán, macondo, palma de corozo, algarrobo, laurel, ceiba roja y palma amarga. También se registraron tres especies con rango restringido como la guacharaca caribeña, endémica del Caribe colombiano, el carpinterito canelo y el chamicero bigotudo.

Entre las especies de fauna registradas y que se encuentran amenazadas está el venado cauquero, altamente perseguido para consumo de su carne, lo que ha conllevado a su desaparecido y los individuos que aún se encuentran son considerados como relictuales.

También se encuentra el mico tití así como los felinos (Leopardus pardalis y Puma yagouaroundi), que históricamente han sido perseguidos para mascotas y para comercializar sus pieles (en especial el tigrillo).

La declaratoria busca proteger, conservar y recuperar áreas representativas de los bosques secos del Caribe colombiano y del departamento del Atlántico, con buena cobertura vegetal y de suelo, expuso el director de la CRA, Alberto Escolar.

Recordó que El Palomar es refugio de las especies de animales y plantas más características de la región.

Usos Permitidos. Las actividades permitidas en la zona serán las de educación ambiental e investigación. Sobre cualquier actividad o proyecto que implique la extracción de material florístico, faunístico arqueológico o geológico. La estadía en campamentos o la instalación de equipos permanente debe ser autorizado por la CRA; actividades de ecoturismo, como caminatas, camping, observaciones paisajística y ecológica, previas recomendaciones y orientaciones por parte de la CRA; senderos ecológicos, que deben ser exclusivamente de uso peatonal e interpretativo.

Según Escolar, esta declaratoria reafirma el compromiso que tiene la entidad con el departamento, en conservar las áreas más representativas para nuestro ecosistema.

'Ello permite aportar también a la conservación de especies amenazadas o en peligro de extinción', dijo.

Resaltó que la declaratoria de áreas protegidas permite el impulso de proyectos importantes cofinanciados por organizaciones internacionales, como The Nature Conservance, que han puesto sus ojos en este Departamento por los avances que ha demostrado en materia de conservación.

Con El Palomar ya son tres las áreas de conservación declaradas por la CRA en el Atlántico, después de Luriza y Los Rosales. ALV