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La fe de Luis Carlos Julio Cortés lo lleva a creer que la Virgen María se le apareció en su taller de carpintería.

Entre restos de aserrín, mezclados con el pegante que se escurrió por la sierra que limpiaba -explica el ebanista- quedó esculpida la figura de María.

Todo ocurrió ayer a las 4:30 de la tarde y según Julio Cortés, su esposa, la primera a la que le mostró lo que él considera 'aparición', no le creyó que esa era la figura de la madre de Jesús y como lo constató EL HERALDO, todavía se muestra escéptica ante lo que dice su esposo. 

No lo consideran así los vecinos del carpintero en la calle 50C con carrera 3, del barrio Carrizal, en el suroccidente de Barranquilla.

Los amigos más cercanos de la familia llegaron hasta su casa y vieron la figura. Algunos se persignaron y al oído, varios le dijeron 'que ella (la Virgen) le dará algo a él'.

'Yo creo en la Virgen y cada año le hago un altar en mi casa, eso está en la convicción de cada persona', afirmó Estela Angarita, una de las visitantes.

Desde 1998 Julio Cortés ‘salva el año’ vendiendo faroles que él fabrica para la celebración del día de la Virgen, el 8 de diciembre. El único año en que no lo hizo, comenta, fue en el 2010 cuando sicarios asesinaron a su hermano, Darío Julio.

'Eso me dio muy duro, todavía no puedo ver su foto porque lloro', comenta el ebanista.

Cree que la aparición de la Virgen en su taller improvisado, quizás es un mensaje que ella le quiere dar, pero todavía no lo descifra.

'Yo no le había dicho a nadie porque después se aglomera la gente en la casa y se me puede perder algo', confiesa Luis Carlos mientras por la ventana ve a los curiosos haciendo fila para poder entrar.

De inmediato un familiar le dice que si la noticia sale en un periódico mañana llegarán más personas. Él solo mueve los hombros y responde: 'Si eso es lo que la Virgen quiere yo no puedo hacer nada'.