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‘Va jugando’ es un programa de Atención Integral e Intervención Psicosocial a jóvenes pertenecientes a pandillas en el Distrito de Barranquilla.

Este proyecto está enmarcado dentro de la política de seguridad y convivencia ciudadana de la administración distrital y es liderado por el Fondo de Seguridad y Convivencia Ciudadana, en convenio con la Fundación Proceder. La semana que viene se juega la final de su estrategia bandera, el Campeonato de Fútbol Callejero que inició el pasado 7 de agosto.

Esta estrategia persigue captar la atención de jóvenes que viven en entornos vulnerables y padecen los estragos de hogares disfuncionales, con herramientas que le entreguen sentido de pertenencia y que sean para ellos sencillas de asimilar y de apropiárselas.

Y, ¿qué mejor manera de tocarles el corazón que con las emociones que despierta la amada pecosa redonda en todos los jóvenes del globo, y más aún si su procedencia es de extracción popular?

Este campeonato contó con la participación de más de 6O equipos integrados por jóvenes de ambos sexos de las localidades Metropolitana, Suroccidente y Riomar, y del Corregimiento de la Playa, de los sectores de Villa Esperanza, Villa Norte y La Cantera.

n total fueron más de 550 jóvenes que durante tres meses cambiaron el filo del puñal, el estruendo de los disparos y las mutuas agresiones por gambetas, cabezazos, fintas y goles.

El equipo de los Mijitos, del barrio Carrizal, y los Pepos, de San Luis y Santo Domingo, se han convertido en los flamantes semifinalistas del torneo.

En todo el campeonato se jugaron más de 1.500 partidos, incluyendo a todas las localidades. Hubo fútbol para todos y durante casi todos los días durante los últimos tres meses.

Juan David Morales tiene 18 años. Con 14 goles anotados durante el transcurso del campeonato, se convirtió en el máximo artillero de los Mijitos. 'La ‘plena’ es que el programa no arrancó bien, pero después cada uno fue aportando su granito de arena para sentar cabeza y nos dimos cuenta de que esto nos favorecía a todos¨ dijo.

'Antes de ‘Va jugando’ teníamos mucha ‘murga’ con los Petulantes y los Caradura, en la zona de Santa María. Yo estuve metido en eso más de 4 años, pero apenas que llegó el programa , cada uno fue sentando cabeza y se fue alejando de eso', agregó.

Según Patricia Iriarte, del área de comunicaciones del proyecto, la final se jugará la próxima semana en una fecha aún por definirse. 'El fútbol es parte de su vida. Encontraron aquí una alternativa de desarrollo personal, de evolución y de esparcimiento. Este programa es integral : también desarrollan cursos de formación alternativos, de soldadura, tatuajes, audiovisuales, entre otros' explicó.

Rafel Cruz integrante de los Pepos, dice estar a la espera de una semana de fiesta y paz, y de que su equipo gane el campeonato.

'Es una cosa loca: peleando un territorio que no es ni de uno. Con este programa, uno coge conciencia de que ya está bueno', expresó.

Los muchachos y sus coordinadores estuvieron de acuerdo en un detalle importante: desde que están ocupados con la pelota, recibiendo todo ese apoyo psicológico, las peleas, los heridos, la violencia en general, han disminuido en más de un 70%. Lo mismo viene sucediendo con las llamadas fronteras invisibles.

'Si miramos la evolución desde que comenzó el programa y los talleres, y si tomamos las estadísticas de heridos, de riñas, en todas esas localidades, apreciamos que la cosa ha avanzado bastante, observó Iriarte. 'Ellos todavía no lo saben, pero vamos a escoger a los mejores jugadores del campeonato para armar una selección para participar en el mundial de fútbol callejero que se va a celebrar en Brasil, de forma paralela al mundial de fútbol de mayores', dijo.

Lo cierto es que siempre será mejor vista y bienvenida una gambeta, un túnel, un taquito o una malla perforada con un zapatazo que lleve impregnado un pedazo del alma, que un disparo, un puñetazo, una patada o el traicionero filo del puñal amenazante. Es mejor seguir anotándole goles a la vida.