Preocupación causó una conflagración que se registró en el sur del territorio de La Guajira, la cual afectó cultivos pertenecientes a miembros de la etnia Wiwa, asentados en esta parte de la región.
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La emergencia atemorizó a las comunidades de Potrerito y Sabana Grande, ubicadas en las fincas de Majagua y Tulimena, ubicadas en la zona rural del municipio de San Juan del Cesar.
Según testigos, actualmente en ese sector, que constituye el corazón de la Sierra Nevada, habitan cuatro familias, ciudadanos que se vieron gravemente afectados por las llamas.
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Por fortuna, este incidente solo dejó daños en las siembras de esta comunidad, pero de no haber sido controlada la emergencia, el fuego hubiese arrasado hasta con las viviendas de estas personas.
Además, las autoridades afirmaron que en el hecho no dejó laceraciones personales, ni mucho menos víctimas mortales, pero sí centenares de metros de siembras, las cuales eran el primer sustento alimentario de los residentes del lugar.
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Igualmente, el incendio, avanzó rápidamente e impactó las cabeceras de los ríos San Francisco, Santo Tomás y César, fuentes vitales que abastecen acueductos tanto rurales como urbanos de la región. La situación se agravó, ya que la contaminación del agua podría tener efectos devastadores para las poblaciones cercanas.
Según información proporcionada por un líder indígena de la zona, las brigadas forestales trabajaron intensamente para controlar el fuego y uno de los principales desafíos que enfrentaron fue la imposibilidad de acceder a la zona debido a la falta de vías vehiculares.
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Por su parte, el Sistema de Alerta Temprana de La Guajira continúa realizando acciones que incluyen un seguimiento y monitoreo constante de la emergencia en compañía de los habitantes de la zona, quienes estarán informando a las autoridades si un evento como este se vuelve a presentar.