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En uno de los peores momentos de su carrera de abogado y particularmente como Juez de la República se encuentra Vladimir Ernesto Daza Hernández, controvertido por muchas de sus decisiones, en la actualidad está al frente del Juzgado Segundo Promiscuo de Maicao.

Daza Hernández fue llevado el pasado viernes 18 de diciembre a una audiencia pública penal en la que le imputaron los delitos de prevaricato por acción y abuso de la función pública, en el marco de una investigación que en su contra realiza la Fiscalía General de La Nación con el apoyo de investigadores de la Dijín.

El togado Vladimir Ernesto es acusado por la Fiscalía de haber brindado libertades y beneficios a diferentes procesados con una aparente extralimitación, en la que habría desconocido postulados legales para la materia.

Una comunicación de la Dijin indica que entre los beneficiados están el alcalde de Manaure, en Cesar. Indican los investigadores que también se entregó libertad a familiares de uno de los jefes de organizaciones al servicio del narcotráfico. Los investigadores hablan de muchos casos de personas con graves delitos que recibieron el beneficio del jefe del Juzgado Segundo Promiscuo Municipal de Maicao.

El proceso, sin embargo, es para definir su probable responsabilidad en el caso de los beneficios a los familiares de un capo del narcotráfico, pero en contra del Juez Vladimir Ernesto hay otras investigaciones que en cualquier momento se podrían unir a este proceso.

Continúa la audiencia

Según la información del organismo de investigación, para este lunes se tiene previsto el reinicio de la audiencia pública, en la que ya se le hizo la imputación de dos delitos al togado y se espera que el juez de control de garantías decida cuál será la medida que aplicará al procesado, la cual bien podría ser que permanezca en libertad, que lo aseguren con domiciliaria o que decida una medida intramural, que sería la más invasiva.

Cabe destacar que hace un par de años, Daza Hernández fue privado de la libertad en un proceso también por probable prevaricato, pero el togado logró presentar los argumentos suficientes para reclamar su libertad, además de seguir ejerciendo su trabajo como Juez de la República.

El proceso que se lleva contra de Daza es el más sonado que se ha seguido en los últimos años en La Guajira en contra de un juez. Algunos han tenido investigaciones disciplinarias, pero uno con la gravedad penal de la que se lleva contra el actual togado no tiene referente en las dos últimas décadas.