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Después de dos meses de estar tras su pista, del que se podría considerar el terror de los tenderos, un sujeto escurridizo que no mostraba acciones de sospechas cuando llegaba a estudiar el terreno de seguridad en la tienda escogida para robar, por fin está en manos de las autoridades.

Durante esos sesenta días los investigadores, tanto del CTI como de la Policía Nacional estuvieron recolectando pruebas, material de videos y testimonios de las víctimas con las cuales lograron que un juez del circuito de Riohacha expidiera la orden de captura en su contra.

El día martes en la calle 26 con la carrera 7 del barrio 7 de Agosto, funcionarios del CTI de la Fiscalía y la Policía Nacional, le dieron captura a Alberto José Finoll Virgüez, de 31 años de edad, nacido en la ciudad venezolana de Maracaibo y quien llevaba varios años en Riohacha, donde permaneció delinquiendo bastante tiempo. El extranjero estaba solicitado por el Juzgado Quinto Penal Municipal con Función de Control de Garantías de Riohacha, donde deberá responder por el delito de hurto.

Especialista en ventosa

Se trata de una modalidad delictiva para cometer hurtos en residencias y establecimientos comerciales que es bastante vieja, pero es muy efectiva. Finoll Virgüez o Triple X como también era conocido el detenido que ganó ese alias por las tres X que tiene tatuadas en tinta china sobre la zona cervical del cuello, llegaba en el día y miraba las zonas más vulnerables y en la noche o madrugada, dependiendo del lugar donde estuviera localizada la tienda, él llegaba por el dinero y los demás bienes que no había trabajado.

Lo primero que hace el delincuente que usa la ‘ventosa’ es subir al tejado del inmueble. Una vez sobre el techo, buscar la zona que esté más próxima a la caja de depósito de dinero y entonces jalan una o dos láminas de eternit o cualquier material del que esté hecho el techo. Lo demás es resultado de su estado físico y la pericia que tenga en la ilícita actividad.

Tenía un record

Alias ‘Triple X’ ya era conocido entre los policías y los tenderos tenían referencias de él, pero no habían logrado judicializarlo, solo quedaban anotaciones por sus acciones al margen de la ley.

Uno de los investigadores reveló que tienen datos de sus acciones en por lo menos diez tiendas donde vulneró su seguridad y se llevó dinero y elementos de valor. Uno de estos robos fue el día 19 del pasado julio, cuando ingresó a una tienda de la que sustrajo dos millones de pesos en efectivo, un teléfono celular y varios elementos que tenían un costo aproximado a los diez millones de pesos. Ahora puede enfrentar un proceso penal en la justicia colombiana o ser expulsado a su país.