Como José Antonio Uriana y su hijo Alcides Uriana Epinayu fueron identificadas las víctimas del ataque que se registró la mañana del sábado en una comunidad de Bahía Portete en la Alta Guajira.
La autoridad tradicional Roland Fince afirmó que fueron unos diez hombres los que llegaron hasta la vivienda de esta familia disparando de manera indiscriminada, causándole la muerte a estas dos personas y dejando gravemente herido a un menor de 17 años de edad, quien se encuentra en una unidad de cuidados intensivos en Maicao.
Según asegura, le han pedido ayuda al Ejército que tiene una base en la zona para establecer quiénes fueron los autores del hecho, porque hay mucha preocupación y miedo en la comunidad, donde hace 16 años ocurrió una masacre perpetrada por paramilitares.
'No sabemos si fueron otros paisanos o ladrones, porque a esa hora de la madrugada no había claridad, pero por aquí ha habido muchos robos de animales y motos los últimos meses', indicó.
Mientras tanto la ONG Nación Wayuu afirma que la violencia en los territorios indígenas wayuu nunca ha cesado, aunque no es muy visible.
'Cuando estas son demasiado evidentes, los gobiernos y autoridades salen al quite manifestando que son enfrentamientos entre familias y de esta manera evadir sus responsabilidades con un pueblo maltratado y explotado durante décadas', afirma la organización indígena.
Dice que en lo que va corrido del año, se han presentado varias masacres en contra de comunidades indígenas wayuu, así como asesinatos selectivos y torturas en contra de hombres y mujeres de la etnia, 'pero el silencio presentado durante décadas por parte del estado y sus instituciones es el mismo'.
Recordó que hace dos meses un grupo de hombres armados ingresó a una comunidad wayuu ubicada en el Cerro de la Teta y se llevaron a una pareja de esposos que posteriormente fueron hallados torturados y asesinados.
Igualmente señala la ONG que el 13 de septiembre del presente año, en zona rural de Maicao, fueron asesinados dos indígenas wayuu delante de sus familiares, por hombres fuertemente armados que irrumpieron en su comunidad de manera intempestiva.
'En esa oportunidad las conclusiones de las fuerzas de seguridad del estado frente al suceso, era que todo se debía a problemas intrafamiliares', indica José Silva Duarte.
Agrega que 'como ONG Indígena de Derechos Humanos, hacemos un llamado al estado colombiano y a sus instituciones de seguridad para que investiguen y esclarezcan todos estos hechos, que no son más que el exterminio del pueblo indígena wayuu más numeroso del país'.
Según la Policía por los usos y costumbres de la etnia wayuu, los familiares de las víctimas recogieron los cuerpos para darles sepultura y no quisieron suministrar ninguna versión sobre lo sucedido y tampoco datos sobre las personas que murieron o resultaron heridas.
Este hecho recordó la masacre de Bahía Portete ocurrida el 18 de abril del 2004 en la que cuatro personas murieron, tres de ellas mujeres, y dos se encuentran desaparecidas. Sus autores fueron paramilitares que también destruyeron las casas, profanaron el cementerio y torturaron a muchos de los habitantes de esta comunidad wayuu.
Fueron a la zona
Hasta el corregimiento de Bahía Portete que está en la Alta Guajira y que está a unas cuatro horas del casco urbano de Uribia, fueron uniformados del Batallón Gustavo Matamoros para restablecer la seguridad.
Así lo informó la secretaria departamental de Asuntos Indígenas Claudia Henríquez, quien explicó que después que se llevan a cabo las labores por parte de la unidad militar, se envía una comisión conformada por el gobierno departamental, el municipal y otras autoridades que puedan hacer acompañamiento en este tema.
Dijo que se solicitará al ministerio del Interior la intervención en las comunidades afectadas.
La funcionaria indicó que no hay certeza de cuáles fueron las causas por las cuales esta familia fue atacada y mucho menos, quienes son los autores del doble crimen que mantiene con miedo a los indígenas de este territorio.
Añade sin embargo, que algunas informaciones que han recibido, hablan de conflictos entre clanes que no han sido solucionados.