Víctima de la imprudencia al consumir licor durante casi todo el día y al llegar la noche tomar el volante de su vehículo para desplazarse a su residencia, falleció este jueves un joven contador público perteneciente a una familia ampliamente conocida en las poblaciones del sur de Riohacha.
Se trata de Luis Yeiser Socarrás Escalante de 45 años, hijo de la corregidora de Cotoprix Milagros Escalante y Álvaro Socarras Medina, rector de la institución educativa San Juan Bautista de ese mismo corregimiento en el Distrito de Riohacha.
Vivía en Riohacha
El ahora fallecido estaba residenciado en Riohacha donde convivía con una joven con la que tenía uno de sus cuatro hijos. Allegados a la familia dijeron que los fines de semana y en sus descansos, siempre se iba a Cotoprix, donde están sus padres. Este jueves hizo lo mismo, pero estando en el pueblo luego de unos tragos recordó a su hijo de 19 años recientemente fallecido y se fue de Cotoprix al pueblo vecino Galán con el objeto de llevarle unas oraciones y flores a su hijo.
Después de la visita al campo Santo, cuando salía del pueblo, Luis Yeiser se encontró con varios amigos y siguió consumiendo licor hasta la tarde. Cuando quiso salir sus amigos al ver que estaba muy tomado y su condición era de ebriedad, le quitaron las llaves de su automóvil y lo invitaron a que se quedara hasta que estuviera mejor.
No quiso entregar las llaves
El hombre de manera obstinada en un descuido tomó las llaves y partió raudo de la reunión con destino al pueblo de sus padres o a Riohacha donde tenía a su mujer. Uno de los amigos al ver la situación y el riesgo al que se estaba exponiendo Luis, tomó otro vehículo y trató de alcanzarlo para ver si lo hacía entrar en razón.
Los testigos señalan que no debió recorrer una gran distancia para dar con el vehículo, no fueron más de tres kilómetros del pueblo y allí estaba el automóvil estrellado de manera violenta contra un grueso árbol con destrucción total. Encontraron enseguida el cuerpo sin vida del contador público de la Universidad San Martín, tenía múltiples fracturas, dijeron los testigos.
Un hombre rebelde, pero trabajador
El profesor Álvaro Socarrás Medina, padre del hombre fallecido, dijo que desde pequeño fue rebelde. 'Mire usted que los amigos le pidieron que se quedara, pero no les hizo caso, siempre era así lo que él pensaba y planificaba era lo que se hacía, nunca lo pudimos moldear de una forma diferente en la casa, pero también debo decir que Lucho era un hombre trabajador, muy trabajador, tanto que al ver que no tenía una oportunidad laboral inmediata en su profesión, se convirtió en transportador, hizo su propia empresa', dijo el padre quien añade que llevaba un par de años transportando pasajeros entre Riohacha y Valledupar.
Los allegados al joven fallecido indicaron desde los alrededores de la morgue de Medicina Legal que estaba previsto darle sepultura en Riohacha la tarde del viernes.