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Jair Epiayú Uriana, un joven de la etnia wayuu, de 26 años y padre de cuatro niños, se convirtió en la noche de este domingo en la segunda víctima fatal del presente invierno en La Guajira, luego de caer con su motocicleta por una cuneta, cuando cruzaba un arroyo con una cantidad de agua y con fuerza de corriente muy grande.

Según los familiares, cuando eran aproximadamente las 8 de la noche, Jair Epiayú regresaba de Riohacha con un hermano y un tío a su ranchería localizada en la vía al corregimiento Mayapo del municipio de Manaure, distante unos siete kilómetros. Ellos vieron cuando Jair, por alguna circunstancia, terminó saliéndose de la carretera a la altura del kilómetro 2 entre Riohacha y Maicao.

El joven indígena, aun sobre la motocicleta, fue a parar al arroyo que pasa por esa cuneta con una fuerza inusitada. Aseguran los familiares que quisieron meterse el agua para buscar el cuerpo, pero la corriente era muy fuerte y en la oscuridad era difícil realizar cualquier operación de rescate, por lo que regresaron a Riohacha a pedir ayuda en la Cruz Roja y Bomberos.

Funcionarios de los bomberos indicaron que buscaron al personal especializado en rescate acuático y se metieron al sitio, ayudados con las linternas y las luces de los vehículos y tras varias horas de búsqueda, solo pudieron hallar la motocicleta, que fue rescatada y entregada a los familiares.

Desde las 7 de la mañana de este lunes los socorristas llegaron al sitio de la tragedia e iniciaron la búsqueda, la cual había sido infructuosa hacia las 10 de la mañana.

Los socorristas piensan que el cuerpo pudo ser arrastrado por la fuerte corriente a una buena distancia y la búsqueda, además del sitio donde cayó la moto, se concentra en las empalizadas que se han formado por el arrastre de los troncos por el río ranchería que, cerca de la desembocadura, se convierte en una gigantesca laguna de cientos de hectáreas.

Jair es la segunda víctima fatal por causa del invierno en la península de La Guajira. El primero fue el campesino Pedro Antonio Toro Moscote, de 50 años, quien fue arrastrado y desaparecido por la corriente del río Marquesote la noche del pasado viernes, y su cuerpo hallado en un recodo del mismo río a las 10:30 de la mañana del domingo.

Los organismos de socorro han insistido ante los residentes de las riveras para que se abstengan de meterse a las aguas cuando hay crecientes o cuando está lloviendo, a la vez que previenen sobre deslizamientos en los ríos de la sierra.