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Saqueos, protestas y hambre es lo que impera en Maracaibo, la capital venezolana, cercana a La Guajira y cuyos habitantes se encuentran desesperados por la grave situación que se vive desde hace varios días por el apagón eléctrico.

Desde esa ciudad, la periodista Isamar Prieto le relató a EL HERALDO algunas situaciones que evidencian este grave panorama que se ha ido agudizando a medida que pasan las horas.

'Esto parece como una ciudad devastada por una catástrofe, no hay dinero, no hay comida y los locales los han ido saqueando poco a poco, aunque esto ha mutado porque primeramente eran establecimientos de comida, pero ahora están sacando ropa, enseres, línea blanca, refrigeradores o cavas de los locales; computadoras, todo lo que esté a su paso. Creo que hay hambre, pero también están aprovechándose de la situación', explicó la comunicadora social.

Según Isamar, quien casi no ha podido salir de su casa, su familia ha podido comer porque entre los vecinos se han ayudado, cambiando unos alimentos con otros, colaborándose y cuidándose entre sí.

'En mi casa le hemos tenido que dar posada a unos vecinos, cuya vivienda es bastante calurosa y están durmiendo en el piso', añadió.

También dijo que no se pueden movilizar, ya que la gasolina la están vendiendo a 20 dólares, los cinco litros que suman una pimpina. 'Todo se compra con dólares y ya está escaseando', dijo.

En los momentos en que llega la luz, han podido cargar sus celulares para comunicarse e informarse de cuáles son los locales que tienen comida para la venta, para salir a comprar y volver de inmediato a sus casas.

'La mayoría de las tiendas y supermercados están saqueados y nos han dicho que el dueño de una panadería se suicidó al ver su negocio destrozado', aseguró Isamar Prieto.

Tuvieron que regalar los pollos

EL HERALDO también dialogó con Mariana Guerra, quien tiene una venta de pollos junto a su esposo y afirmó que desde el domingo pasado 'esto es un caos, una locura y hemos tenido que regalar gran parte de la mercancía porque se estaba descongelando y dañando'.

Afirma la mujer que han perdido unos cinco mil dólares y no saben cómo van a pagarles a sus proveedores, quienes les entregan la mercancía cada dos días.

'El día que se fue la luz, la gente estaba alterada buscando comida y pensamos que nos iban a saquear, porque eso fue lo que oímos, por eso cerramos, guardamos la maquinaria y los equipos y solo sacamos el pollo para vender o regalar', explicó.

Este negocio queda en la esquina de la casa de la periodista Isamar, quien dice que este lunes llegaron dos buses con muchas personas, incluyendo algunos de la etnia wayuu, en busca de comida.

'Los dueños pensaron que los iban a saquear porque llegaron como 40 o 50 personas, agarraron los pollos y se fueron, ya que la Policía estuvo pasando cada 20 minutos', agregó.

En Venezuela la emergencia afecta a Caracas y a 22 de los 23 estados, en los que la luz va y viene de forma intermitente desde el pasado jueves 7 de marzo.

En algunas ciudades se llevan a cabo protestas contra el presidente chavista Nicolás Maduro y que han sido convocadas por el mandatario interino Juan Guaidó, reconocido por unos 50 países.