Después que el año pasado se perdieran unas 28 mil toneladas de la cosecha de sal artesanal en el municipio de Manaure, debido a la ola invernal, la Universidad Nacional anunció que llevará a cabo un proyecto para la recuperación de las salinas que beneficiará en su fase inicial a tres mil familias de la zona.
Según la iniciativa, que fue descrita a través de la Agencia de Noticias de la alma mater, la estrategia está diseñada para darle valor agregado a las actividades que habitualmente realizan los charqueros, que son los encargados de extraer la sal de las charcas, con el fin de que los jóvenes no solo retomen estas tradiciones, sino que se sientan orgullosos de volver a desempeñarlas.
Los expertos de la Universidad hicieron un diagnóstico con información sobre las principales problemáticas de este municipio guajiro, 'las cuales están asociadas con los vaivenes de la política, además de la imposibilidad de ejecutar adecuadamente los cuantiosos recursos provenientes del Sistema General de Regalías'.
En el proyecto se identificaron tres líneas de trabajo, que son el uso industrial, el consumo humano y el consumo animal, las cuales podrían desarrollarse en tres fases en los próximos cinco años con el fin de fortalecer las capacidades y el recurso humano.
El profesor Luis Alejandro Rodríguez, director del proyecto liderado por la Dirección Nacional de Innovación, Extensión y Propiedad Intelectual de la U.N., explicó que 'a partir de las charcas se pueden obtener diferentes productos –según el proceso que se aplique, como lavado, adición de flúor y yodo– y elaborar otros para consumo animal, los cuales se espera vender en mercados nacionales e internacionales'.
Indica que la estrategia contempla la participación de expertos del Instituto de Biotecnología de la U.N. (IBUN), de manera que algunos de los procesos incluyan tanto el uso de crustáceos con gran valor proteico (como las artemias) como el diseño de mecanismos para proteger los manglares ubicados en zonas aledañas al área de producción.
'La idea es que las charcas artesanales operadas por indígenas puedan realizar procesos estandarizados, con el fin de generar valor agregado para cada caso', destaca Liliana Alvarado, coordinadora del programa Comunidades Inclusivas y Sostenibles en América Latina (Cisal), que a su vez es una iniciativa de la Federación Canadiense de Municipios.
Agrega que el proyecto estará acompañado de una caracterización mineralógica y de un proceso de capacitación que les facilite a las comunidades indígenas alcanzar los más altos estándares de calidad.
La Universidad Nacional afirma que 'el trabajo con los sectores artesanales, pesqueros o agrícolas de Manaure busca incluir a un importante porcentaje de población cuyos ingresos provienen ancestralmente de otras actividades productivas y que, con la desaceleración del sector salinero, se vio afectada en igual o mayor medida que el resto de la comunidad'.