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¿Qué hacen dos mapaches en un terreno árido como La Guajira? fue la primera pregunta que se hicieron operarios del Cerrejón en Puerto Bolívar que hallaron a esta especie mientras buscaban un caimán aguja.

La pareja de osos lavadores como también se conoce a esta especie, pariente cercano de los osos y originaria de América, permaneció en esa zona de La Guajira, a muchos kilómetros de distancia de territorio boscoso, que es donde generalmente habita.

Y en ese lapso en Puerto Bolívar, no solo cambiaron sus hábitos alimenticios, sino que la familia se extendió: tuvieron una cría que también logró ser recuperada esta semana por personal de la División de Biodiversidad de la compañía minera Cerrejón.

La historia

Estos 'polizones' simpáticos, inquietos y veloces, que inexplicablemente viajaban en un buque granelero de carbón alemán, aprovecharon una noche bien oscura para descender hace tres años en un territorio muy diferente a su hábitat.

Un operario de este sector del complejo minero observó a las dos criaturas cuando salían del barco y se metían en veloz carrera en las planicies semidesérticas de La Guajira.

El trabajador dio la voz de alerta al personal especializado y por más que los buscaron, los animales no fueron hallados.

Para el 'operativo de captura', pusieron trampas con comida, hicieron rondas nocturnas con linternas especializadas, pero los huidizos animales nunca se dejaron ver.

'Además teníamos un serio problema y es que los mapaches de Europa y los mapaches americanos tienen un pie igual y por tanto sus huellas son similares, a veces creíamos que los animales eran locales y habían subido al barco y solo fueron descubiertos cuando descendían', dice Luis Madriñan, especialista en biodiversidad de Cerrejón.

Pero terminar con el rumor que era ya casi un mito de los mapaches alemanes, estaba cerca.