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El fiscal seccional de La Guajira Alcides Pimienta Rosado, condenado este jueves por el Tribunal Superior de Riohacha, por irregularidades en investigaciones llevadas a cabo contra Kiko Gómez y Marquitos Figueroa, había quedado en libertad el 23 de noviembre de 2016, ya que estaba detenido por el delito de concusión desde mayo del 2015.

Su libertad fue otorgada ese día por el Juzgado Primero Penal Municipal con funciones de control de garantías de Riohacha, debido a vencimiento de términos.

Luego de esto la Fiscalía General de la Nación lo había reintegrado al cargo de Fiscal seccional del municipio de Fonseca, a través de la Resolución 23458 del 1 de diciembre de 2016.

En el 2015, una juez penal municipal de Bogotá, con función de control de garantías, lo había cobijado con medida de aseguramiento en establecimiento carcelario cuando se desempeñaba como funcionario en ese municipio del sur de La Guajira.

En esa audiencia la juez respaldó la petición del fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá, quien consideró que el funcionario debía recibir la medida en centro carcelario, debido al peligro que representa para la comunidad y la posible obstrucción a la justicia.

El fiscal del caso aseguró en esa oportunidad que Pimienta Rosado, conocido con el alias de Chidi, era presunto responsable de los delitos de concusión, en concurso con prevaricato por acción y por omisión.

En la investigación se estableció que el funcionario imputado mantenía estrecha relación con el abogado Diego Peralta, el cual se dedicaba a defender y pasar información judicial a los integrantes de la banda conocida como ‘Los Caladriles’.

Entre los beneficiados con la información que filtraba el fiscal Pimienta Rosado se encontraba Juan Carlos Vega Figueroa, familiar de alias Marquitos. Se indicó que el fiscal solicitó la suma de 10 millones de pesos, para no hacer efectiva una orden de captura que pesaba contra un procesado por el delito de tráfico de gasolina.

Otro caso por el cual la Fiscalía pidió la captura del funcionario, tiene relación con los hechos ocurridos el 2 de abril del 2008, en la vía que comunica los municipios de Fonseca con Barrancas en La Guajira, donde fueron baleados y muertos Henry Ustaris Vega y Wilfrido Fonseca Peñaranda, y quedó con herido Mariano Vega Mejía.

Pese a la muerte de los dos ciudadanos de esa región, a las heridas del tercero y al hallazgo del vehículo quemado en el que se movilizaban los responsables, el fiscal nunca llevó a cabo la investigación y por el contrario archivó el caso aduciendo falta de pruebas.

Se señaló también que otro hecho relacionado con la muerte de una exalcaldesa de un municipio de esa región, al norte del país, en el que podrían estar vinculados Juan Francisco Gómez Cerchar, alias Kiko Gómez, y Marcos Figueroa, también fue archivado por el fiscal Pimienta Rosado.

El fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá agregó que Pimienta Rosado actuó en el proceso pese a designación de un grupo especial para adelantar la investigación.

El 28 de enero del 2012 el fiscal Pimienta Rosado ordena el archivo del proceso a favor de alias Marquitos.

También se conoció en la audiencia que el imputado durante el tiempo que estuvo como Fiscal Primero del Municipio de Fonseca, su despacho nunca llevó a cabo ninguna investigación contra grupos al margen de la ley, de por lo menos 150 procesos que se tenían contra bandas criminales.

Al final de la audiencia en la cual no aceptó los cargos por los delitos de concusión y prevaricato por acción, el imputado fue enviado a un patio especial de la Penitenciaria La Picota, al sur de Bogotá.