La sabiduría de las wayuu ha permitido traer al mundo a miles de niños, ya que las mujeres indígenas prefieren parir en las rancherías al cuidado de las parteras, conocedoras de este oficio ancestral.
Son muchos los niños que llegan a sus manos, muchas veces porque a las comunidades dispersas no llega ningún servicio de salud, pero sobre todo por un arraigo cultural: así también llegaron ellas a este mundo, al igual que sus padres y sus abuelos.
Dos de ellas son Antonia Mengual y Nimia Pushaina, quienes a ahora se sienten más orgullosas de su labor, porque fueron parte del grupo de 30 parteras y parteros tradicionales que participaron en el programa de formación complementaria con enfoque intercultural sobre atención del parto y del recién nacido.
Antonia dice que aprendieron muchas cosas, entre esas a lavarse las manos. 'Antes agarrábamos a los bebés sin lavarnos, sin ninguna protección, ni guantes y ahora aprendimos a hacerlo correctamente', dice.
Además, asegura que ahora sabe la importancia de que las embarazadas acudan al médico o a un centro asistencial, cuando hay dificultades. 'Ellas tenían miedo de ir al médico, pero ahora saben que deben hacerse sus controles antes de parir', agregó.
Nimia, por su parte, dice que 'yo siendo partera hacía las cosas naturalmente, sin conocimiento de la medicina alijuna (no wayuu) y ahora he aprendido con enseñanza de los médicos profesionales'.
Asegura además que lo que aprendió lo ha compartido con las demás parteras y parteros que están en su territorio.
Este proyecto en el que participaron varias instituciones y el ministerio de Salud, tuvo como objetivo fortalecer las capacidades técnicas y armonizar los conocimientos ancestrales, con la medicina.
Lo enseñado
Este diálogo de saberes se llevó a cabo con las parteras de las comunidades indígenas wayuu asentadas en los corregimientos de Shiruria y Mayapo, en el municipio de Manaure.
'Parte de los encuentros se enfocan en fortalecer las competencias en la atención del recién nacido por parte de los profesionales de la salud de las entidades del área de influencia del Hospital de Manaure. Los beneficiarios de la capacitación impartida por el Ministerio fueron 45 profesionales, entre médicos generales, médicos rurales, enfermeras jefes y pediatras que trabajan en zona rural del municipio de Manaure', informó el Ministerio de Salud.
Los médicos, pediatras, ginecólogos y enfermeras que participaron en este intercambio de experiencias y conocimientos, aprendieron también de las parteras.
Algo clave fue lo que denominaron el 'parto vertical', es decir cuando la mujer no está acostada, sino sentada y así tiene a su bebé. Las parteras wayuu les enseñaron cómo hacerlo, ya que piensan que así sale más fácil el niño. También aprendieron a conocer la posición del feto, con solo tocar la barriga de la madre y se sorprendieron porque muchas de las mujeres wayuu han practicado el autoparto con éxito.
La promotora de salud indígena Alexis Mengual afirma que 'para nosotros los wayuu, las parteras son importantes porque en ellas depositamos toda nuestra confianza, nos ayudan y ellas son nuestros médicos cuando estamos en gestación'.
Dice que ellas saben cuándo la criatura está en mala posición, o si está normal, y cuando empiezan los dolores del parto están con la embarazada dándoles aliento y esperando el momento en que el niño esté listo para salir al mundo.
Esta asistencia técnica a personal de la salud y a parteras wayuu fue organizada conjuntamente con la Secretaría de Salud de Manaure y la Secretaría departamental de Salud de La Guajira, y contó con el apoyo de la Universidad de La Guajira, la Fundación Baylor, el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y la Asociación Colombiana de Neonatología (Ascon), así como los hospitales de Riohacha, Manaure y la Asociación Chevron.
La iniciativa. La directora de la Fundación Baylor, Ana María Galvis, aseguró que la iniciativa comenzó hace más o menos un año, cuando empezaron a entender lo que hacían ellas y la importancia de la integración con el sistema de salud. 'Hay hombres y mujeres parteras a quienes se les explicó la importancia y la diferencia que hace el hecho de llamar a un médico cuando es necesario y usar las mejores prácticas disponibles'.
Mientras tanto el secretario de Salud de Manaure, Yelkin Velásquez, dijo que esta es una estrategia importante que ayuda a disminuir la morbi mortalidad materna, que este año llega a la cifra de 19 madres fallecidas y el año pasado se situó en 20. Además, las muertes perinatales este año son 201.
'Es un proceso ambicioso que logramos con el apoyo interinstitucional para llegar a las rancherías y mejorar los indicadores negativos', añadió.
Según el Ministerio de Salud 'las jornadas de capacitación también tienen como propósito mejorar las condiciones de calidad de vida y salud de las personas, familias y comunidades indígenas, a través de una formación que enfatiza en la atención integral del recién nacido ,utilizando la estrategia combinada de Minuto de Oro y Cuidados Esenciales del Recién Nacido, enfatizando en el inicio de la lactancia temprana, apego y vinculo, e identificación de signos de alarma'.
Uno de los ginecólogos que participó fue Cristina Daza, quien explicó que fueron dos grupos de 15 parteras y parteros, uno en la zona urbana y otro en la llamada sabana de Manaure.
'Durante mes y medio recibieron el entrenamiento en temas como control prenatal, atención del parto, postparto y atención al recién nacido y la importancia del lavado de manos', indicó.
Arnaldo Palomino, quien es uno de los pediatras, está convencido que 'hemos desconocido la sabiduría ancestral de las parteras y por eso es importante este intercambio de saberes para poderles mostrarles nuestro conocimiento y también aprender de ellos'.
El proyecto tendrá una segunda parte en el municipio de Manaure y luego será llevado a las rancherías del municipio de Uribia.
Estas parteras y parteros wayuu seguirán trayendo niños al mundo, pero ahora complementando su experiencia tradicional, con ingredientes de la medicina moderna, lo que los hará mucho más importantes para el pueblo wayuu.