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Con un cargamento de cigarrillos y bolsos despachado desde Aruba, se reinició una nueva etapa de Puerto Nuevo, el muelle marítimo artesanal que durante décadas ha servido como sitio de ingreso a las mercancías que luego son expendidas en Maicao, pero también como una de las pocas empresas legales que tienen los wayuu en la media y Alta Guajira.

La reapertura se produce luego de una serie de diligencias de orden político con los representantes en la Cámara y también con el clamor de toda una gran comunidad que estaba viendo, sin poder modificar la decisión, como se estaba perdiendo la posibilidad del puerto generador de empleos.

Barco de bandera colombiana

‘Carmencita V’, una motonave de bandera colombiana, es el primer barco que arriba al territorio guajiro desde que la Dian dejó en firme el cierre de Puerto Nuevo a partir del pasado 31 de diciembre, tras el incumplimiento de las obligaciones tributarias y pagos de concesión que tiene con el Estado colombiano.

Aunque es bastante difícil encontrar voceros de la empresa concesionada que quieran explicar cómo se surtió todo el proceso de reapertura, pero trascendió entre los comerciantes de Maicao que una buena parte de la decisión de reapertura se logró gracias a ellos y sus aportes económicos, pues el Gobierno nacional a través de la Superintendencia de puertos y la Dian tenían la decisión de no abrir si no se pagaba una sanción y otros derechos de utilización del muelle que sumaban $261 millones.

El compromiso de los Ibarra

La empresa que tiene la concesión se comprometió a hacer efectivo el mejoramiento de las instalaciones locativas del puerto, la instalación de una báscula en la que se pueda pesar el material que es transportado para que no ocurra lo de hoy que la liquidación tanto de derechos de muelle, como el pago a los mismos braceros, se mide con base en la cantidad de camiones que salen cargados.

Salas con aire acondicionado, dotación de computadores y otros elementos tecnológicos en los que se puedan desarrollar más efectivamente los trabajos de monitorio de las autoridades, pero también persigue la humanización de la actividad que desarrollan los nativos que cargan en brazos y hombros los productos que vienen importados del Caribe, principalmente de Panamá y Aruba, como el barco que atracó el pasado martes.

Entre los acuerdos que fueron suscritos en Bogotá entre Dian, superintendencia y la mediación de otras instancias como el representante Alfredo Deluque Zuleta, quedó establecido que el 1 de julio, los planes de mejoramiento que deben estar desde ya en marcha, han debido ser concretados para tener un puerto en mejores condiciones.

Propuesta de la dirigencia local

La propuesta a largo plazo es que se encuentre un sitio más adecuado donde haya una nueva razón social del operador, donde haya participación de los dueños del territorio en conjunto y donde no solo se reciban cigarrillos licores llantas y otros productos, sino que haya un movimiento de doble vía donde se exporte desde La Guajira, buena parte de la producción agrícola y pecuaria y producción de ganado vacuno y caprino entre otros.

Fuentes de los comerciantes de Maicao dijeron que el Carmencita V que llegó el martes, es un barco pequeño que puede ser descargado en un tiempo no superior a ocho horas, mientras que otras embarcaciones requieren tres y hasta cinco días para que pasen por los hombros de los wayuu todas las cajas que vienen en su interior.