Una revisión jurídica de todo lo que se hecho en la compra del lote para la construcción de una nueva cárcel para Riohacha, realizará la Administración Departamental, con el fin de solucionar el conflicto entre dos familias wayuu que se disputan la propiedad del mismo.
La Gobernadora encargada de La Guajira Sugeila Oñate y el alcalde de Riohacha Rafael Ceballos Sierra, afirmaron que este tema debe estar arreglado muy pronto, porque el Ministro de Justicia Alfonso Gómez Méndez, vendrá a esta capital a poner en marcha el proyecto que acabará con el grave hacimiento del 438% que hay en el centro penitenciario actual.
La titularidad del terreno de 45 hectáreas, donde estará la nueva cárcel se la disputan los clanes Sijona y Uriana, los cuales han mostrado documentos y expuesto sus razones por las cuales creen que son los dueños del mismo.
Hace poco cerca de 300 indígenas del clan Sijona, quienes dicen ser los dueños ancestrales del predio Guajinai o Lagunita, se reunieron y dijeron estar preocupados por la presunta venta ilegal que han hecho de sus territorios.
Los wayuu señalan que personas inescrupulosas vendieron sus tierras donde han estado asentados durante muchos años y dicen que les pertenece porque está cerca al cementerio ancestral, lo cual constituye la mayor prueba para comprobar esto.
Los indígenas se reunieron en el cementerio del Clan Sijona
Según Juan Cambar quien habló en representación del Consejo Superior de Palabreros, ya se ha indagado sobre este lote y han establecido que los dueños legítimos son los integrantes del Clan Sijona.
'Hemos averiguado y este les pertenece porque ha sido de sus ancestros, el cementerio o tumbas ancestrales son la mayor prueba del asentamiento de este clan', aseguró.
Agregó que a pesar de esto, el lote ha sido vendido varias veces por personas que no son sus dueñas.
El abogado del clan Sijona, Germán García Ramos, aseguró que lo que quieren es que no los desplacen de sus tierras y que el caso se estudie dentro de las leyes indígenas, ya que la Secretaría de Gobierno de Riohacha interpuso una querella policiva para desalojarlos.
Habla el que era dueño del predio
Adolfo Iguarán Uriana, es un wayuu que dice que este predio perteneció a su tío José Trinidad Uriana y su madre fue Raquel Uriana lo que ratifica que dentro de la línea materna tiene derecho a esta herencia dentro de la cultura wayuu.
'Yo tengo las primeras escrituras del año 1907, de este predio conocido como Laguneta y las cuales fueron adjudicadas a José Trinidad luego de que este hiciera el trámite legal correspondiente a la solicitud de adjudicación de terrenos baldíos. Así se contempla en la resolución 0510 de 1985', explicó.
Dijo el indígena wayuu quien tiene 78 años, que el clan Sijona habita a seis kilómetros de la zona que reclaman como suya y que no les pertenece dentro de los usos y costumbres.
Indicó igualmente que estas tierras no hacen parte de ninguna zona de resguardo, lo cual ratifica con un documento de la Secretaría de Asuntos Indígenas Departamental, que le fue entregado después de un litigio que hubo por las mismas.
En la certificación se señala 'se evidencia familiar materno a quien según usos y costumbres es a quien le asiste derecho sobre el territorio y predio que fue vendido al señor Nicolás Redondo'.
El señor Nicolás le compró el predio a Adolfo y este a su vez lo vendió a la Administración Departamental, que se lo entregó al Inpec para la construcción de la cárcel.
Delimitación del territorio wayuu
La historia de cada clan wayuu y los límites de sus territorios no tienen memoria escrita, sino que se transmiten de generación en generación, a través de los mayores y el cementerio de cada uno, es la demarcación natural. Cada uno de los clanes tiene el cementerio en su territorio y este siempre será un sitio sagrado, porque es donde reposan los muertos.