Los habitantes del municipio de Puerto Colombia permanecen consternados tras la violenta masacre que se perpetró en el interior de una casa-finca de la Vía al Mar, llamada Villa de Olvega, durante la noche de este lunes 2 de junio, momentos en los que al menos 40 asistentes participaban de una fiesta electrónica.
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La sorpresiva incursión armada dejó como resultado tres personas muertas y otras nueve heridas.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Ronaldo José Alarcón Castrilleros, Luis Alfredo Vergara Julio y Maciel Karina Gómez, comunicadora social y DJ que también hacía parte de la extensa cartelera de artistas de aquella fiesta.
Por esta razón, EL HERALDO se trasladó hasta Villa de Olvega y dialogó con uno de los moradores del sector que, por motivos de seguridad, no reveló su identidad, y narró los primeros momentos de la masacre y, posterior a esta, el caos de las ambulancias y los uniformados que se aglomeraban en la ‘tranquila’ trocha para auxiliar a las víctimas.
“Nadie pensó que estaban matando personas porque todos laboraron ese día su cuestión normal, yo a eso de las 7:00 p. m. ya estaba en mi casa con mis hijos. No fue hasta las 10:30 de la noche cuando se escucharon los tiros, nosotros pensamos que eran juegos pirotécnicos pero a la media hora salió gente corriendo de la finca y gritando: ‘Una balacera, una balacera’”, reveló el testigo.
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La fiesta inició a las 10:00 a. m., del domingo 1 de junio cuando varios de los asistentes iban llegando poco a poco hasta el lugar y se iban congregando junto con los demás que ya estaban dentro de la casa-finca.
“Casi no transito por la zona, pero el domingo sí vimos varios de los muchachos entrar a la cabaña. Desde ese día hasta el lunes el ambiente era festivo, música de electrónica a alto volumen y la gente disfrutando”, afirmó.
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Luego de que se registrara la balacera, múltiples ambulancias llegaron hasta la cabaña y trasladaron a los heridos a la Clínica Portoazul Auna. Esta casa editorial conoció que los heridos permanecen estables y fuera de peligro, recuperándose en el centro hospitalario.
