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Un nuevo conductor de bus es asesinado en el departamento del Atlántico. Este jueves 5 de septiembre, un empleado de Cooasoatlan que salía de la nevada de la empresa en su vehículo, de placas UZC-146, terminó tiroteado por un criminal que fingió ser un pasajero.

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Todo sucedió hacia las 3:30 de la tarde en el sector de Villa Estadio, en el municipio de Soledad.

Testigos dijeron que el agresor habría parado el automotor, como usuario, y cuando subió le asestó varios impactos de bala al empleado de la compañía, identificado como José Luis Chávez Ardila, de 51 años.

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Tras el ataque, el sujeto descendió del vehículo y abordó una motocicleta que lo esperaba a escasos metros.

Herido, Chávez Ardila fue trasladado a la Clínica Agrupasalud de Soledad y allí confirmaron su deceso a las autoridades policiales.

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Este hecho criminal ocurre días después de los ataques que sufrió Transportes Lolaya, otra compañía de transportes de la ciudad, por grupos criminales dedicados al cobro de extorsiones.

Una serie de intimidaciones a través de llamadas telefónicas, mensajes vía WhatsApp, entregas de panfletos y ataques contra sus vehículos, fueron los métodos de presión ejercidos en su momento por ese supuesto grupo criminal que buscaba el pago de una millonaria extorsión de la empresa de transporte público colectivo.

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Por tal razón, la compañía, que cubre rutas de transporte de personas en Barranquilla y su área metropolitana, empezó a trabajar a media marcha.

En julio de 2022, EL HERALDO documentó que todos estos ataques y casos de extorsión hacia el gremio del transporte público urbano y otras formas de negocio era la continuación de un viejo método usado por las estructuras criminales con el fin de apropiarse de rentas legales.

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A ese informe habría que sumarle los años en los que grupos criminales que operan en Barranquilla y su Área Metropolitana han asesinado a choferes de transporte público como medio de presión para el pago de extorsión: 2013, 2021, 2022.

Si bien las autoridades han tratado de contener en los últimos 10 años las arremetidas de dos de los grupos que operan en la zona: ‘Costeños’ y los ‘Rastrojos Costeños’, sumando capturas y el decomiso de armamento y munición, entre otros elementos, siempre vuelven a aparecer en escena actores criminales para sembrar el terror con atentados y el envío de panfletos. Ahora en la escena se suman los llamados ‘Pepes’ y el Clan del Golfo.

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“Lo que estamos presenciando en Barranquilla y su área metropolitana es la continuación de una competencia armada que se inició años atrás entre organizaciones criminales (Costeños, Rastrojos-Costeños y AGC) por el control territorial y la administración de rentas ilegales y la predación de rentas legales por medio de la extorsión”, explicó en su momento el docente de la Universidad del Norte e investigador en temas de seguridad Luis Trejos.

Coolitoral, Sobusa y Coochofal, tres de las actuales 25 empresas del transporte público urbano de Barranquilla y su área metropolitana, han tenido a lo largo de los últimos años varios episodios relacionados con ataques de grupos armados ilegales a sus empleados y a su parque automotor. Ahora se sumaría Lolaya y Cooasoatlan.