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Cuando las manecillas del reloj apuntaban exactamente hacia las 12:30 del mediodía de un 29 de abril como el de hoy, pero hace 20 años, un sicario de las Autodefensas Unidas de Colombia asesinó brutalmente al alcalde Nelson Mejía Sarmiento, justo media hora después de que en una llamada telefónica este le prometiese a su hermano que todo iba a estar bien.

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–¿Por dónde andas, brother?, le recriminó Tito Mejía en la línea, cuando el sol calentaba sin reproche.

–No te preocupes que estoy seguro, ando en el DAS (Departamento Administrativo de Seguridad), le respondió Nelson, entonces mandatario del municipio de Santo Tomás.

Fue solo un compás de 30 minutos que Mejía Sarmiento utilizó para cruzar junto con su asesora jurídica Edith María Carrillo a un restaurante llamado Don Efra, ubicado en la calle 56 con carrera 42 del barrio El Recreo. Allí fue acorralado por el sujeto armado que no le perdonó la vida.

Las balas penetraron directamente su cráneo. De igual manera, su cuerpo quedó tirado boca arriba en el suelo, mientras que su camisa se manchaba lentamente con sangre.

Tito se vio obligado a recibir, por parte de una periodista de EL HERALDO, las palabras que no quería escuchar: 'Lo acaban de matar'. Su mundo se frenó en seco, entró en un estado de shock que le impidió decidir con certeza hacia dónde dirigirse.

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Dos décadas después, se sinceró frente a los micrófonos de este medio de comunicación: 'Tengo la voz de mi hermano grabada en mis oídos diciéndome: no te preocupes, estoy seguro en el DAS'.

Por otro lado, en Santo Tomás, su esposa, Onésima Beyegh, se encontraba despreocupada por la promesa para almorzar que su marido nunca cumplió. Ella intentó negarle su salida, en horas de la mañana, con rumbo a Barranquilla, sin embargo Mejía prometió volver lo más pronto posible para sacarla a comer. Ya sabemos cómo terminó todo.

'Yo le había dicho que no fuera, que esperara el fallo en Santo Tomás (era investigado por prevaricato por acción). La invitación a almorzar que me hizo quedó en el aire, su sobrino llegó a darme la triste noticia. Fue algo impresionante, creo que la historia del municipio se dividió en dos desde la muerte de Nelson Mejía', afirmó Onésima a esta casa editorial.

Son exactamente 240 meses o más de 7.300 días los que han pasado desde aquel momento que marcó la vida no solo de los integrantes de la familia Mejía Sarmiento, sino de una gran cantidad de seguidores que admiran la figura de este mandatario, quien no se arrodilló ante las propuestas fraudulentas de los grupos armados al margen de la ley.

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