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Los jóvenes Jorge Enrique Gómez Portillo y Luis Javier López Romero, ambos con 22 años y oriundos del departamento de Córdoba, fueron asesinados brutalmente y sus cuerpos aparecieron el pasado jueves 9 de febrero en una cuneta del barrio Me Quejo, en la localidad Suroccidente de Barranquilla.

Ambos estaban metidos en un saco de reciclaje, amarrados firmemente y con signos de tortura. Prácticamente sus cuerpos fueron ‘empacados al vacío’.