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Atemorizados. Así permanecen comerciantes de los barrios Lucero, San Isidro y Alfonso López, todos cercanos y pertenecientes a localidad Suroccidente, tras la presencia en los últimos días, pese a los controles ejercidos por las autoridades, de supuestos extorsionistas que llegan a los negocios a exigir los llamados 'impuestos de guerra', los cuales no son más que montos de dinero obtenidos bajo un método de violento. Un hurto, pero con intimidación.