Cuentan que deja sin respiración. Que los latidos se hacen cada vez más lentos. Todo esto producto de aquella combinación de drogas sintéticas que pueden conducirte a atravesar el río Aqueronte, aquel que en la mitología griega solo tenía un solo destino: la muerte.
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En los últimos años se ha incrementado el consumo de sustancias que son utilizadas para que el sistema nervioso sea deprimido; es decir, que su rendimiento no sea óptimo. Ese es el caso del fentanilo, una droga con alta adicción, la cual sola representa cierto peligro, pero combinada es mortal.
De acuerdo con las investigaciones de la Policía Antinarcóticos de Colombia, esta sustancia se ha desplazado en los Estados Unidos y los carteles mexicanos se dedican a exportarla hasta ese país. Por su parte, en el rentado local ya se empezaron a manifestar ciertas organizaciones criminales que se encuentran usando esta droga, sobre todo en un producto llamado ‘la Muerte Gris’, creación que contiene una mezcla de distintas sustancias psicoactivas: principalmente la heroína, el fentanilo, el carfentanilo (un sedante utilizado en elefantes) y un opioide sintético conocido como U-477700.
'Todos son de la misma familia, lo que hacen es un efecto de potencialización. Se llama la ‘muerte gris’ porque el polvo tiene una apariencia de gris como el cemento, por ese se le da este nombre. En Colombia el uso de opioides (clase de fármaco para reducir el dolor) no es tan alto como en Estados Unidos, Canadá y otros países industriales. Aquí sí lo hay, pero no es tan frecuente y no es algo que sea barato, ni que se puede conseguir a la vuelta de la esquina, sabiendo que el precio de estas sustancias son altas, y se sabe a quién se le puede vender', dijo Senith Beleño, médica toxicóloga consultada por EL HERAlDO.
La experta dio a conocer que 'tanto la heroína como el carfentanilo y el fentanilo comparten todos una misma propiedad química, tienen la misma estructura, pero cambian en unas pequeñas cosas a niveles químicos, y al hacer esos pequeños cambios adoptan otros nombres y el efecto va a variar, entre más potente y menos potente. Por ejemplo, el fentanilo es 100 veces más potente que la heroína, aunque su estructura sea muy parecida'.