José Jiménez Ortiz iba retornando a su casa luego de compartir con conocidos en un lugar cercano. Al parecer, se encontraba en estado de alicoramiento cuando perdió el equilibrio y cayó a un arroyo. La corriente estaba crecida, pues en Repelón había llovido. Testigos contaron que cuando lo sacaron del agua ya estaba muerto.