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Miguel Mejía lleva 12 años administrando el establecimiento Donde Migue, el negocio del barrio Las Flores en donde se registró uno de los atentados criminales más sangrientos de los últimos años en Barranquilla.

Al cumplirse hoy apenas seis días de la balacera que cobró la vida de seis personas y dejó heridas a otras tres, Mejía, en diálogo con EL HERALDO, recuerda el momento de horror vivido durante la madrugada de ese lunes 12 de septiembre. Lo hace, según él, en memoria de los fallecidos y los heridos.

'Fueron dos tipos los que se bajaron de una camioneta, que dejaron por la iglesia, y de allí se vinieron caminando hacia el estanco. Llegaron hasta la calle, se acercaron y empezaron a disparar sin importar a quién le dieran. La mayoría de la gente corrió y se metió dentro del local para esconderse, pues, por lo general, siempre tengo las rejas abiertas, ya que pasan para los baños', explicó Mejía sobre los sujetos que llegaron hasta la entrada del negocio situado en la Vía 40 con calle 106, en pleno sector comercial de Las Flores.

Este luego señaló que 'los muchachos que asesinaron estaban en la terraza de al lado del estanco, y no tenían acceso de llegar hasta acá (para protegerse) porque en el espacio que queda para entrar yo suelo poner la planta eléctrica'. Y además aclaró que 'la masacre se da a las 12:41 de la madrugada exactamente'. Según el comerciante, la hora la vio en las cámaras de vigilancia del local que mantenían —enfatizó— la visual hacia la zona de la terraza del negocio y el hecho sucedió en la otra entrada.

Acribillados murieron Johan Andrés Polo Chiquillo, de 21 años; Dany Daniel De la Hoz Correa, de 33; Edwin Yesid Cardoza Tapia, de 29; Jorge Eliécer Pardo Hernández, de 33; Chelo José Acevedo Villa, de 22, y Henry David Flórez Pallares, de 29 años.

Mientras que las personas heridas fueron identificadas como Josimar Andrés Tapia Acuña, de 25 años; César Augusto Garizabal Simanca, de 22, y Carlos Gustavo Ávila Niebles, de 38.

'Todos los muchachos eran sanos, personas de bien. Estaban en el lugar equivocado, pues se encontraban cerca de la persona por la que venían que, tengo entendido, no era del barrio', expresó Mejía.