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El ‘Tren de Aragua’ hace parte de las tres bandas trasnacionales que en los últimos meses han sembrado el terror en Bogotá y en varias zonas del país. Esta estructura es dirigida por Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, desde el centro penitenciario de Tocorón, en Venezuela.

Desde finales de 2019, esta organización delictiva se asentó en la zona fronteriza con Colombia, específicamente en Norte de Santander y desde allí coordinó su expansión por todo el país liderando varios delitos como: narcotráfico, trata y tráfico de personas, sicariatos y extorsiones.

Según fuentes judiciales, varias de las fichas del ‘Tren de Aragua’, a comienzos de 2020, tuvieron presencia en varias ciudades de la costa Caribe, 'analizando' las posibilidades para irrumpir, pero se encontraron con una pared impenetrable: la presencia del Clan del Golfo.

'Células de esta banda comandadas por ‘Niño Guerrero’ estuvieron en Barranquilla, Soledad, Santa Marta y Riohacha para poder tomar el control de las rutas de narcotráfico hacia Venezuela, pero la presencia del Clan del Golfo les impidió ese cometido', dijo una fuente a EL HERALDO.

No obstante, esta organización criminal transnacional tendría presencia en la Costa Caribe en el manejo de otros tipos de negocios relacionados con el tráfico y la trata de personas, contrabando y la minería ilegal, este último delito lo ejecutan a la perfección de acuerdo con lo aprendieron en las minas de oro ubicadas en el sur del vecino país, específicamente en el estado Bolívar.

Pero la apetecible ruta del narcotráfico en la costa Caribe ha sido su principal motivación, pues si logran el dominio de esa zona, tendrían bajo su poder un amplio corredor que incluso se extendería hasta el oriente venezolano para controlar la salida de drogas hacia las islas del Caribe, sobre todo hacia Trinidad y Tobago y República Dominicana.

El abogado penalista y profesor de criminología de la Universidad Central de Venezuela, Luis Izquiel, señala que las intenciones del ‘Tren de Aragua’ son claras, toda vez que están empeñados en 'extender' por toda la región Caribe el modelo con el que operan en Venezuela.

No obstante, parte de esa extensión la han logrado, sobre todo, en la capital del país y gran parte de Norte de Santander, donde las autoridades indican que la banda hace fuerte presencia y donde incluso han logrado desplazar a organizaciones de origen local.