'A esa historia le hace falta un pedazo'. Esa era la frase que más se escucha en boca de la ciudadanía cada vez que más detalles del crimen de Liliana Segovia salen a la luz.
Esas ocho palabras sumadas al desenlace judicial del caso, al parecer, ejercieron presión sobre el confeso asesino, Jairo Medina Vega, quien en un primer momento, tras su captura, se declaró culpable del homicidio de la momposina de 36 años, ocurrido a finales de febrero pasado.