Los recursos jurídicos para que Colombia solicite la extradición de Jaime Saade Cormane —el barranquillero condenado por el homicidio y violación de Nancy Mestre Vargas, ocurrido en la madrugada del 1 de enero de 1994— parecen haber llegado a su fin, al menos por el lado de la Cancillería.
EL HERALDO conoció en primicia que el Ministerio de Relaciones Exteriores 'agotó' todas sus cartas para traer a suelo colombiano a Saade, por lo que 'cualquier actuación o gestión sustancial frente a las autoridades del Estado requerido debe ser ordenada por el juez que solicita la extradición'.
Es así como la Cancillería informó a este medio que el recurso de Embargo de Declaración (pedir una segunda revisión a la decisión) 'no es un mecanismo aplicable' al trámite de extradición, bajo la legislación brasileña.
Lo anterior se basa en la Ordenanza del Ministerio de Justicia N° 522/2016 y la Ley de Migración N° 13.445/2017, normativas que no contemplan la posibilidad de interponer recursos contra la decisión que niega una solicitud de extradición.
'El tratado de extradición vigente entre Colombia y Brasil prevé que una vez negada la extradición de un individuo no podrá ser de nuevo solicitada la entrega de este por el mismo hecho que se le haya imputado', precisó la Cancillería.
En octubre del año pasado, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil rechazó la extradición basándose en la prescripción del reclamo, dado que la sentencia condenatoria fue emitida en julio de 1996 como cosa juzgada, por lo que la prescripción del caso se habría dado el 24 de julio de 2016.
Pero la razón que habría sido determinante con Saade, sobre quien pesaba la orden de extradición, se basa en que el hombre se encuentra en Brasil desde hace más de 24 años, 'con trabajo, domicilio fijo y sosteniendo una unión estable con una brasileña, con quien tiene dos hijos', es decir que el arraigo del barranquillero en tierras brasileras 'tuvo algún peso' en la decisión.