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La primera persona a la que le avisaron que el cuerpo sin vida de Santander Enrique Escorcia Castro, de 27 años, estaba tendido a la orilla del río Magdalena, fue a su pareja.

De inmediato, la mujer salió de su casa y se trasladó al lugar ubicado en la carrera 7A con calle 1, barrio Brisas del Río, en Barranquilla, a donde encontró a su ser querido con, al parecer, heridas producidas con un arma de fuego.

Al lugar que estaba lleno de curiosos arribaron los investigadores del CTI para comenzar las indagaciones y preguntarles a los testigos cómo ocurrió el crimen de Santander.

Este medio conoció que la víctima, quien fue encontrada sin documentos, se ganaba la vida como mototaxista y reparaba ollas de presión.

La Policía también notificó que Escorcia Castro tenía cinco anotaciones judiciales: una por abuso de confianza, otra por hurto, dos más por lesiones y una por daño en bien ajeno.