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Hay quienes dicen que al pasar cerca de la Estación de Policía San José sienten un escalofrío que les hace recordar la tragedia. Fue en un parque aledaño a ese lugar, que era el punto de encuentro de cientos de policías, donde un artefacto explosivo acabó con la vida de seis uniformados y puso en jaque la tranquilidad de Barranquilla y el orgullo de la institución.

Los recuerdos siguen frescos, como si en vez de tres años hubieran pasado solo días. La fuerte detonación ocurrida a las seis de la mañana de aquel 27 de enero de 2018 aún desprende el alma y el corazón de los sobrevivientes y testigos del despiadado ataque ejecutado por la guerrilla del Eln.

Muchas historias por contar, lágrimas por derramar y un sinfín de emociones a flor de piel plasmaron en sus testimonios los habitantes de los alrededores de esa instalación policial, quienes describieron con exactitud cómo el infierno subió a la tierra por unos minutos.