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En el interior del apartamento todavía quedaban latas de cervezas, tres sillas plásticas y un balde de color amarillo, los cuales sirvieron de evidencias para que las autoridades concluyeran que antes del asesinato de Yolimar del Valle Araújo se había realizado una fiesta.

En la celebración fue evidente que hubo ingesta de licor y la pareja de la mujer, de 24 años, según testigos, estuvo presente y sería el principal responsable de haberle disparado con un arma de fuego.

La fiesta se llevó a cabo en una vivienda ubicada en la calle 119 B con carrera 22, del barrio La Pradera, y se terminó alrededor de las 5:00 de la mañana cuando la detonación del arma de fuego fue más fuerte que la música.

Una amiga de la víctima que también estaba departiendo le dijo a la Policía que todo transcurrió con normalidad, pero de un momento a otro Yolimar comenzó a discutir con Walter Escobar Donado, su pareja.

Al cabo de unos minutos un disparo retumbó en todo el apartamento y los testigos salieron corriendo. Araújo estaba tirada en el piso de la cocina con una herida de bala en su pecho. El hombre tras lo ocurrido huyó de la vivienda.

Los conocidos de la mujer la auxiliaron y la trasladaron al Hospital General de Barranquilla, donde falleció a pesar de los esfuerzos del personal médico.

'Bajó como si nada y se fue'

Un familiar de la víctima señaló que le avisaron del crimen a través de una llamada. 'Me llamaron y me dijeron que fuera rápido, que algo malo había pasado. Salí corriendo y cuando subí al apartamento ya se la habían llevado al hospital', dijo la pariente.

El familiar también detalló que las personas que estaban en el lugar no podían creer lo sucedido. 'Ellos le decían a él (Walter, presunto asesino) que por qué hizo eso, que qué le pasaba y él no contestaba, entonces bajó como si nada y se fue', añadió.

La pariente aseguró que la pareja discutía constantemente y que ahora se siente con temor, debido a que 'Walter, quien está prófugo de la justicia, puede tomar represalias contra sus familiares'.