Compartir:

'Las alarmas de los carros se encendieron y las paredes de la casa vibraron'. Así describió una vecina del barrio Lucero de Barranquilla el momento exacto en el que una granada de fragmentación estalló hacía las 8:30 del domingo en medio de una persecución policial, la cual dejó a un uniformado de la institución lesionado.

A medida que avanzan las investigaciones para esclarecer el atentado, las autoridades van dilucidando las hipótesis que pudo desencadenar el episodio. Es así como el general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, señaló que los individuos responsables de la explosión accionaron un granada tipo IM-26, de acuerdo con las partículas encontradas en la carrera 36 con calle 50, lugar donde se registró la detonación.

El comandante detalló que, minutos antes, vecinos del sector avisaron a las autoridades sobre la presencia de dos personas 'extrañas' en la zona.

Al llegar los uniformados, dijo el general, solicitaron una requisa a los motorizados, pero estos huyeron en una moto Honda XTZ, de color azul, y fueron perseguidos por los patrulleros.

'Nuestros uniformados siguen detrás de ellos y en esta persecución les lanzan una granada por fortuna sin consecuencias mayores', señaló Alarcón.

Los delincuentes que accionaron el explosivo iban a cometer algún hecho delictivo, dijo el comandante, y detalló que en esa zona hay comerciantes y un CAI. 'No sabemos si son delincuentes que se dedican a la extorsión o al tráfico de estupefacientes'.

Quienes accionaron la granada dejaron tirado en el camino un buzo blanco, con capucha, una gorra blanca y un casco donde a medias se lee la placa de una moto que incluía una O, una G, el número 9 y una C.

El general Alarcón dijo que estos elementos ayudarán en la investigación, así como también realizan un barrido de 15 cuadras a la redonda en busca de los videos con los que se hará un análisis que permitirá conocer los movimientos de los sospechosos antes y después de la explosión.

La granada.

El artefacto lanzado fue una granada de fragmentación que, según fuentes judiciales, es un arma antipersona que al ser accionada dispersa metrallas en un radio de 11 metros desde el centro de la explosión y puede llegar a esparcir de 900 a 1.200 fragmentos de metal. Tiene una medida de 103 mm y un peso de 440 gramos.

Una fuente judicial consultada por este medio detalló que este tipo de artefactos son diseñados para esparcir fragmentos al explotar 'con la única intención de aumentar las probabilidades de causar daño hacia donde sea lanzada. Este es un tipo de arma de guerra al que solo tienen acceso las fuerzas militares', dijo la fuente.

'Eso sonó durísimo'.

Un testigo que se encontraba atendiendo su puesto de comidas rápidas en la carrera 35 con calle 50, a unos 20 metros de donde cayó la granada, contó cómo fue el momento del estallido.

'Eso sonó durísimo, nos dejó aturdidos. Yo tenía a varios clientes acá y todos salieron corriendo por la explosión', dijo el hombre.

Asegura que en el sitio donde cayó la granada minutos antes había personas que estaban esperando taxis. 'Gracias a Dios se habían ido porque de lo contrario la tragedia hubiese sido grande'.