Los familiares de Julio Enrique Rodríguez Gamero, el hombre dado de baja este sábado por un instructor de tiro de la Policía en el barrio Olaya, aseguraron este domingo a EL HERALDO que, tras la muerte, se preguntan '¿Por qué lo tuvieron que matar?'.
De acuerdo con Yamile Rodríguez, tía del fallecido, la familia se enteró de la muerte del hombre de 32 años por un vecino del barrio El Bosque –donde vivía la víctima– que se encontraba en el lugar del homicidio. Este les aseguró que le habían dado tres tiros a Rodríguez Gamero: dos en la espalda y uno en la frente, porque supuestamente había cometido un atraco en un lavadero de carros ubicado en la carrera 32 con calle 69C del sector antes mencionado.
Según Yamile, de inmediato los hermanos menores de la víctima se trasladaron al barrio Olaya para confirmar que sí se trataba de Julio Enrique. En ese momento, dijo la mujer, la Policía no brindó mayores explicaciones, solo les solicitó el documento de identidad de la víctima y les permitió hacer el reconocimiento del cadáver rápidamente. Eso sí, los testigos les aseguraron a los familiares que la persona que le había disparado a Rodríguez Gamero era un policía que iba de civil.
Con base en ello, Yamile aseguró este domingo, desde Medicina Legal, que buscan respuestas.
'Le pedimos a las autoridades que nos aclaren cómo fueron los y por qué, siendo él un instructor de tiro, no le dio un tiro en un lugar en el que no atentara contra su humanidad, sino que lo pudiera despojar del arma, si es que tenía, y capturarlo. Él no tiene licencia para matarlo', dijo.
También confirmó que su familiar tenía antecedentes de hurto, pero reiteró que esto no era motivo para matarlo.
'¿Acaso para él no hay justicia?', se preguntó al final Yamile, aclarando además que desconocen el paradero del hombre que, supuestamente, estaba con su sobrino al momento de los hechos.